El paso bajo las vías de tren de los Puentucos en Reinosa se inunda siempre que llueve con un poco de intensidad. Es una eficacia del cien por cien, bastante inversa a las soluciones que se aportan para subsanar este diseño fallido que genera trastornos y, lo más importante, riesgo en la circulación o para los peatones que acceden a la Avenida Naval cruzando las vías. Una estampa habitual, parte ya de un paisaje urbano sometido al capricho de las lluvias, pero que nunca antes generó tantos problemas.