Los reinosanos y los campurrianos volvieron a tomar las calles para celebrar a uno de sus patronos, San Sebastián. A pesar de la nieve caída el día anterior y del frío fueron muchos los que desde primera hora de la mañana se acercaron a la Plaza de España para preparar las tradicionales ollas ferroviarias. El vino, como manda la tradición, no faltó en la fuente.