"Aquí no hay partidos, ni izquierdas ni derechas, aquí estamos los reinosanos para hablar y solucionar nuestros problemas", así comenzaba el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio, su intervención en el IV Foro de participación ciudadana organizado por el Ayuntamiento. Letras que suenan muy bien en la partitura y a la que los vecinos se encargaron de poner música.
De manera espontánea y distendida fueron opinando sobre la gestión del Equipo de gobierno. Los miembros de la corporación municipal prácticamente al completo, diligentes, con bolígrafo y papel en mano, iban anotando las quejas y propuestas mientras argumentaban los porqués de tal o cual situación.
Un semáforo que no regula bien el tráfico en la calle Ronda y que de momento no es competencia municipal o la sangría económica del matadero, deuda que el Ayuntamiento confía en que asuma el Gobierno regional, pues subrayan que ellos simplemente recibieron la obra y no podían conocer sus deficiencias de antemano, fueron los primeros temas.
En este sentido, Barrio apuntó que el matadero es un "lugar conflictivo", pero recordó que ha pasado de tener seis trabajadores a veinte en la actualidad. "Antes daba muchísimas pérdidas, y ahora, aunque todavía las da, podemos decir que lo estamos saneando y esperamos llegar a una estabilización lo antes posible".
Asimismo, añadió que alguna de las líneas de la instalación contenía desde su apertura "vicios" que han ido saliendo a la luz, e indicó que se mantienen a la espera para que lo antes posible el gobierno de Cantabria asuma los sobrecostes, esperando llegar a "una entente cordial sin tener que recurrir a los tribunales".
Pasarela sobre las vías, un tren que se escapa.
Las vías de tren, Renfe y Adif también centraron algunas de las preguntas. Cuestiones como la incomodidad que supone tener que desplazarse hasta Santander o Aguilar de Campoo (una localidad con la mitad de habitantes que Reinosa) para comprar un billete de Alvia, o el sempiterno problema del soterramiento y la colocación de una pasarela peatonal, para garantizar la seguridad de los vecinos y también para permitir a aquellos que se encuentran al otro lado de las vías, desde la Avenida Naval a Sorribero, que puedan llegar antes al núcleo urbano sin tener que dar tantas vueltas.
En cuanto a la solución para estos accesos, el concejal de Obras, Julio García, apuntó que hay un proyecto de pasarelas que comunicaría el barrio de Sorribero con el parque de Cupido, en el que Renfe cedería los terrenos, pero que sin embargo "no deja apoyar la pasarela sobre el suelo". Una justificación difícil de asimilar no solo para los presentes.
Siguiendo con las relaciones entre el consistorio y la empresa de transporte sobre la solicitud de permisos para llevar a cabo determinadas actuaciones, García matizó que no es Renfe quien tiene que pedir permisos al Ayuntamiento para llevarlas a cabo, sino que es el Ayuntamiento quien los pide a la compañía en la mayoría de los casos en los que confluyen ambas partes. Por citar un ejemplo, una vecina denunció el vertido de residuos junto a la estación de Renfe, y el concejal respondió que esa situación excede sus competencias.
El Híjar también discurrió por el foro. El dilema entre el potencial peligro por riesgo de inundaciones y si la vegetación afecta a esta situación fue un punto del debate. El Alcalde señaló que es difícil actuar en el río porque es competencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y que "meter mano" en él es complicado porque "el Híjar tiene todas las figuras de protección imaginables". Aun así, Barrio dejó su postura clara: "los reinosanos son más a proteger que las nutrias", pero explicó que hay que actuar de la manera adecuada, de lo contrario, "la solución pasaría a ser un gran problema".
Sobre las fechas para actuar en el río, Barrio desveló que el presidente de la CHE, Xavier de Pedro, le aseguró que van a proceder a "una intervención inmediata", y que será sobre el mes de agosto, cuando el caudal de agua lo permita.
"¿Y de lo mío qué?"
La dinámica de las críticas y peticiones se regía por la preocupación del ‘¿y de lo mío qué?'. Y así, por partes: barrios, calles, rincones...los lugares que cada uno conoce mejor, se iba repasando un todo, Reinosa.
Las aceras de Sorribero salieron a relucir. La culpa...del empedrado. Reconocieron que no están en buen estado y que están en contacto con técnicos del ayuntamiento de Burgos, que trabajan con una solución que permite fijar con garantías las baldosas al suelo.
Hubo tiempo para el movimiento de contenedores. Están muy cerca o muy lejos de las casas. Inevitablemente, la proximidad a unos supone la lejanía para otros. Hubo quien no compartía que hubiese contenedores contiguos a la parroquia San Sebastián, que estuviesen cerca o lejos de su casa no era su prioridad, se inclinaba más por una postura estética dentro de la ciudad.
Por otra parte, se planteó el cambio de ubicación del tradicional ‘mercado de los lunes' en el barrio Mallorca. Una aglomeración que trastoca el día a día de los vecinos. También se instó tomar medidas contra un perro cuyo peligroso dueño no controla.
Los futboleros demandaban una solución para la cubierta de la tribuna del campo de fútbol de San Francisco. El chascarrillo venía a decir que quien la diseño no va mucho al fútbol. Al menos en Reinosa. El Alcalde compartía esa reclamación y consideró que la obra fue "un despropósito" desde el primer momento.
A los teatreros el fútbol ni les iba ni les venía. Solamente pidieron un espacio estable con una localización fija y así poder organizar sus horarios. Una estancia municipal para que los más de 150 actores de la Muestra Escolar de Teatro puedan ensayar, a ser posible con una temperatura superior a los 12 grados con los que lo vienen haciendo.
En este caso, el Teniente de Alcalde, Emilio Corral, comentó que cuando la consejería de Educación apruebe la desafectación de los colegios Concha Espina y José Calderón -lo que supondría que los centros pasen a ser competencia municipal y sea el Equipo de gobierno quien decida su nuevo uso-, los alumnos de teatro podrían tener en el José Calderón su sede.
De momento y como respuesta de urgencia, se propuso que cediesen algunas de las salas de la primera planta de La Casona para que ensayen ahí, ya que solo queda un mes y medio para el comienzo de las funciones.
Otro edificio que suscitó especulaciones sobre su futuro uso fue ‘La Casa de los Maestros'. La duda giraba en torno a quiénes serán sus nuevos inquilinos y si, al encontrarse Reinosa ya por debajo de los 10.000 habitantes, obedecía a una baza electoralista. Esta pregunta desagradó visiblemente al alcalde de Reinosa, que lo desmintió rotundamente y calificó de "cobarde y mentiroso" a quien haya hecho correr ese rumor por Reinosa.
Un asunto bastante engorroso fue el relativo a los excrementos del parque de Cupido. En este sentido, el edil Miguel Ángel Fernández Higuera comentó que es un problema "costoso y difícil", y que mientras estudian posibilidades para erradicar que los estorninos pernocten en los árboles del parque, el personal de limpieza municipal se está empleando prácticamente a diario para acondicionar la zona.
Por último, también se solicitaron espejos retrovisores para que no haya accidentes de tráfico en algunos puntos complicados de la ciudad; la colocación de una barandilla adosada a la pared en la zona de Ciudad Jardín para salvaguardar el paso firme de los peatones en una cuesta bastante pronunciada; y se animó al Ayuntamiento a actualizar la información de su página web.
En definitiva, una reunión a modo de terapia ciudadana similar a una ‘sesión de control al consistorio', con la diferencia de que en este caso los ponentes son los ciudadanos. Tirones de orejas, felicitaciones y propuestas de primera mano, cara a cara, que constituye un saludable ejercicio democrático que permite medir el índice de satisfacción municipal.
Una hora y media después de la sesión, los políticos recogieron sus notas y recalcaron que todas las propuestas serán tratadas con premura. La hemeroteca, en las alegrías o en las penas, hace justicia.
