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Actualidad | Reinosa

El semáforo implacable

Las cámaras instaladas en la Avenida Puente Carlos III han multado en firme a más de cien conductores por saltárselo en rojo en menos de tres meses

La cámara ubicada en la Avenida Puente Carlos III ya supera ampliamente el centenar de sanciones desde que empezó a multar en abril a los conductores que se saltan el semáforo en rojo. Una ráfaga de diez fotografías y un corte de video para recoger la secuencia de la infracción y que, en caso de haber cometido una imprudencia, el conductor debe hacer frente a una sanción de 200 euros -100 si es por pronto pago- y la retirada de cuatro dolorosos puntos del carné de conducir.

Según el concejal de Policía, Julio García, la instalación de la polémica cámara obedece a las diferentes indicaciones de la DGT para realizar distintas campañas de vigilancia y control, como pueden ser las relacionadas con los cinturones de seguridad o la colocación de sillas de bebé homologadas.

Previamente a la colocación de este ojo que no se apiada de ningún conductor imprudente o distraído, se realizó en la ciudad un estudio para determinar cuáles eran los semáforos menos respetados por los ciudadanos, y desde las dependencias municipales observaron que el colocado en esta intersección se lo saltaban del orden de 40 personas al día, el punto en el que más imprudencias se cometían.

Por este motivo, prosigue García, se decide colocar una señal vertical y un dispositivo especial para sancionar "las conductas incívicas", acorde a la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que contempla la multa anteriormente mencionada.
Asimismo, recalcó que "la cámara solo se activa cuando pasa algún vehículo y el semáforo está en rojo", y que el resto del tiempo permanece "dormida".

En este sentido, ha reconocido sentirse "sorprendido" por la cantidad de multas que dispara la cámara del semáforo, "con una actividad mayor a lo esperado". La videovigilancia en este y otros tres puntos de la ciudad, que se instaló en marzo pero que empezó a multar un mes y medio después, mantiene un promedio diario de dos sanciones, "algo que no entiendo muy bien porque la normativa y la señalización está muy clara", opinó el edil que, basándose en estadísticas de otras ciudades, indicó que es partir del tercer mes cuando el número de sanciones disminuye sensiblemente.

¿Cuánto dinero se recaudará al año?

"El año pasado recaudamos 20.000 euros en multas, pero esa cifra no es superior a la inversión en señales y pintados durante el mismo periodo", asegura. Pero todo hace indicar que esos 20.000 euros se verán ampliamente superados este año.

Con una simple cuenta; realizando una estimación a la baja tomando el patrón más económico con el que se habrían desembolsado cien euros de multa por pronto pago, lo multiplicamos por cien (el número de sanciones en firme) y ya tenemos la mitad de lo recaudado por multas de tráfico y seguridad vial en el casco urbano de Reinosa el año pasado, cuando no estaban estas cámaras instaladas.

Y para cerrar el ejercicio, habría que añadir a esa cuantía el dinero recaudado de esas dos multas diarias de media que continúan produciéndose y que, a pesar de esa estadística a la que laude el concejal de que disminuyen a los tres meses, no es una ciencia exacta y el goteo suma y sigue.

Ya con el dinero en las arcas municipales surge el gran dilema, ¿dónde va a parar? García -preguntado por el destino de este dinero- señala que el montante obtenido a través de estas sanciones se rige por la Ley de Presupuestos, conforme a la normativa estatal, "donde se recoge que este dinero forma parte de los ingresos", sin un fin determinado y que "tendrá posteriormente su consignación dentro de algún capítulo del presupuesto, pero que no tiene necesariamente que ir destinado a seguridad vial.

En cuanto a la gestión de estas multas, precisó que la empresa adjudicataria de la instalación de la videovigilancia se encarga de remitir la carta con una secuencia fotográfica al domicilio del vehículo retratado en las instantáneas (donde el propietario del vehículo tiene la obligación de identificar al conductor), y que es "Tráfico quien pone cara a las sanciones", pero que el Ayuntamiento únicamente se encarga de cobrar las sanciones.

Estacionar sobre las aceras: algo muy nuestro.

Por otra parte, apuntó que la infracción más frecuente en Reinosa "sigue siendo el estacionamiento en aceras y en zonas prohibidas", y que desde el Consistorio se hace especial hincapié para evitar que continúen estas prácticas, "más ahora que se están arreglando muchas aceras".

Otra de las medidas para aplicar las sanciones en circulación es la grúa municipal, que se encarga de retirar aquellos vehículos mal estacionados cuando se trata de "un periodo de tiempo elevado", y de llevarlos al depósito municipal, ubicado en el antiguo matadero. El coste del enganche es de 77 euros más la sanción oportuna por la infracción cometida.

‘Pirulas' ejemplares.

García comenta que desde la colocación de estos dispositivos las cámaras han recogido algunas actuaciones de los conductores "cuanto menos curiosas e irresponsables". Cita un par de ejemplos: el caso de un conductor que en este punto de Carlos III se saltó el semáforo en rojo con el plus de tener un coche por delante -frente al paso de cebra-, y otro esperando en sentido contrario; una conducción prohibida en zigzag que "puede suponer la retirada del permiso". Y en otra ocasión, un vehículo que en el mismo punto y teniendo el semáforo en rojo, consideró que una mujer de avanzada edad que cruzaba el paso de cebra en verde no caminaba lo suficiente rápido para detenerse y la pudo esquivar como dando un pase torero a un metro de ella.