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Cultura | Reinosa

Se hace camino al andar

Un repaso por las obras de Cela y Jordi Sierra i Fabra

Camilo José Cela, libros de viajes: Viaje a la Alcarria, Del Miño al Bidasoa, Viaje al Pirineo de Lerida

Camilo José Cela (Iria Flavia, 1916 - Madrid, 2002), es sin duda alguna uno de los principales escritores de España de todos los tiempos y uno de los mas importantes de Europa, recibió todos los premios de mayor relevancia y prestigio de nuestro país, y por supuesto, el Nobel de literatura. Cela, de personalidad extrema, fue un escritor innovador y arriesgado, especialmente en sus primeros libros. La experimentación en sus textos atestigua su interés en renovar la visión de la literatura española de la posguerra, iniciando la búsqueda de un espacio expresivo basado en un realismo exacerbado de raíz social. Con el tiempo se convertiría en un referente de nuestras letras y ha formado parte de las lecturas recomendadas a los estudiantes de los últimos cuarenta años, con libros como La familia de Pascual Duarte o La Colmena. Pero Cela, con su estilo tremendista y duro, también fue un extraordinario escritor de libros de viajes, en los que destaca la descripción de los paisajes y la psicología de los lugareños que se encuentra en su deambular por los caminos de España. Ahora que tan de moda están los relatos de viajes, Cela es un destino obligatorio.

Son numerosos los libros que escribió sobre el hecho de viajar, de recorrer despacio y atento, parajes, saboreando las charlas con los paisanos que pueblan sus páginas. De todos ellos, tal vez, el mas conocido sea Viaje a La Alcarria, un recorrido por las comarcas manchegas y sus pintorescos personajes. Una de las razones más atrayentes para abordar un libro de estas características es acercarse al escenario en el que se desarrolló aquel viaje y observar los cambios producidos en él por el paso del tiempo. Siempre se pueden reconocer esos caminos, lugares y pueblos que Cela describió con su magistral agudeza, a pesar de los años y el progreso que han sepultado parte de aquella miseria pero también su encanto y sencillez. Es un buen ejercicio histórico tratar de descubrir lo que retrataron los escritores que vagaron por los senderos y calles de la posguerra.

Tal vez, por más cercano, el libro mas atractivo para nosotros sea Del Miño al Bidasoa. En el Cela hace un preciosista recorrido por el norte de España. El capítulo dedicado a la provincia de Santander (capitulo 3: La verde y civilizada tierra de Cantabria) nos permite imaginar la región en los años 50. Los protagonistas atraviesan nuestra tierra ofreciendo sus opiniones sobre lo que ven y sienten, y ahora el lector curioso deberá leer estas páginas ancladas en 1952 y compararlas con lo que hoy percibe. Cela, viajero animoso, traza un itinerario que parte de Galicia, continua por Asturias y termina en el País Vasco, ofreciendo una prosa sencilla y envolvente que nos anima a emprender también nosotros excursiones parecidas, con un cierto aire vagabundo y tranquilo, sin prisa por llegar a ningún sitio.

Ahora que llega el verano es el momento ideal para abandonarse a placeres como leer y viajar, y un buen compañero para esas actividades, es el escritor gallego que alcanzó la cúspide de su recorrido literario con el premio más condiciado, y que nos ofrece una colección de relatos de una España, cercana y casi olvidada. Además de los ya apuntados, merece la pena reseñar Viaje al Pirineo de Lérida. En todos ellos, el paisaje se convierte en el principal personaje de la narración y casi sin notarlo nos encontramos vagando entre arbustos y árboles, o descansando apoyados en un pretil de un puente, mientras oímos sonidos ya casi olvidados que nos conducen a la infancia, aquel momento de nuestra vida en la que los relojes estaban aún parados y teníamos el tiempo a nuestra disposición.

"Tendría que vivir mil años para escribir todo lo que llevo dentro", Jordi Sierra i Fabra

Jordi Sierra i Fabra (Barcelona, 26 de julio de 1947), es uno de los autores más editados y leídos en lengua española, tanto por la innovación de sus propuestas literarias como por la enorme capacidad de sorprendernos con sus tramas y desenlaces. Aunque comenzó a escribir ya con ocho años, terminó su primera novela larga, de 500 páginas, con sólo 12, edad en la que ya tenía claro que quería ser escritor. Realizó estudios de aparejador mientras trabajaba durante el día en una empresa de construcción, y a partir de 1968 comenzó a publicar artículos en La Prensa de Barcelona y en el Nuevo Diario de Madrid, al tiempo que co-fundaba El Gran Musical de la Cadena Ser. Publicó su primer libro, 1962-72 Historia de la Música Pop, que resultó ser un éxito comercial. Al tiempo que desarrollaba diversos oficios relacionados con el mundo de la música empezó a destacar como autor de literatura infantil y juvenil, quedando finalista y ganando varios premios. A día de hoy ha publicado más de 400 libros y ha vendido más de 10 millones de ejemplares sólo en España, donde es uno de los autores más queridos por el público juvenil. Su obra abarca todos los géneros y es uno de los escritores de lectura obligada en escuelas de España y Latinoamérica, campo en el que es un verdadero experto y un gran comunicador. Su narrativa aborda el compromiso de contar lo que ve y lo que siente a través de sus constantes viajes por todo el mundo, de donde toma la energía que transmite a través de sus personajes y sus novelas.

Su obra, traducida a 25 idiomas, ha sido reconocida en innumerables ocasiones con premios como el Premio Ateneo de Sevilla, el Gran Angular de Literatura Juvenil, el Premio Edebé , el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2007, Premio El Barco de Vapor en 2011, etc.

Creó la Fundación Jordi Sierra i Fabra (España) y la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra para Latinoamérica, en las que trabaja para promover la lectura y ayudar a jóvenes autores a cumplir sus sueños.