El concurso para explotar la cafetería del centro sociocultural ha quedado desierto en 4 ocasiones desde que se sacará a licitación en julio de 2017
El precio, la falta de garantías por su ubicación o la ausencia de una programación continua son los principales motivos de los hosteleros consultados para no optar a su explotación
Los hosteleros y hosteleras de Reinosa y Campoo aún no tienen nada claro la rentabilidad que les puede aportar la explotación de la cafetería proyectada en el Impluvium. Principalmente, es una cuestión de cifras; el dinero que se pide por su gestión frente al retorno económico que les aportaría realmente la clientela que acuda diariamente a este espacio.
Desde julio de 2017, cuando se sacó por primera vez a licitación la contratación de este servicio del centro sociocultural, el concurso ha quedado desierto las cuatro veces que se ha convocado.
En un primer momento se solicitaron 20.000 euros más IVA por su explotación durante un año, un montante nada seductor entre los potenciales gestores hosteleros ya que no se presentó ninguna oferta. En vista a la nula respuesta, tres meses después, el Consistorio decidió rebajar su precio a los 15.000 euros más IVA, pero la nueva convocatoria tampoco surtió efecto. Al igual que la tercera y la cuarta, en las que se redujo nuevamente su precio (12.000 euros más IVA). El resultado, nuevamente, desierto.
Numerosos hosteleros consultados por este medio para conocer el motivo por el que creen que nadie ha presentado una oferta son principalmente el mismo, el dinero que desde el Ayuntamiento de Reinosa les piden por un año. A esta cuantía de 12.000 euros más IVA, según la última convocatoria, hay que añadir los gastos derivados del equipamiento de la hipotética cafetería, (cocina, barra, mobiliario, cafetera, vajilla, mobiliario, menaje, etc.,) que, según han asegurado aquellos hosteleros interesados inicialmente en participar en el concurso, deberían costearlo ellos.
Malos tiempos para la hostelería
Otro de los motivos esgrimidos por varios de los pequeños empresarios preguntados es la situación "de capa caída" que vive la hostelería en Reinosa. Sostienen que los hábitos de vida han cambiado, "se hace menos vida de bar", las economías domésticas son más frágiles que antes, se priorizan unos gastos a otros para el tiempo de ocio y por tanto el consumo es menor.
A esta situación hay que añadir otros factores que los hosteleros no acaban de ver con buenos ojos para lanzarse a la pugna por la cafetería del Impluvium, por ejemplo, su ubicación. Dadas las características de la trama urbana de la ciudad, y a pesar de contar con varios atractivos en esta zona, la artería principal de la capital campurriana (Calle Mayor-Avenida Puente Carlos III) fagocita al resto de calles adyacentes que apenas están transitadas por turistas y personas en sus ratos de asueto.
También aducen la falta de programación continuada en el espacio sociocultural, que consideran insuficiente para explotar un negocio durante las horas diarias necesarias para que el negocio genere beneficios. "Hay un parque de bolas para niños, pero para nosotros, eso da lo que da", matiza una de las personas entrevistadas.
A la espera de "una rebaja sustancial"
15 meses después de la primera convocatoria, el espacio sigue sin adjudicarse y el precio que se baraja para este quinto concurso "no está definido", apuntó el concejal Daniel Santos en el pleno del pasado jueves 4 de octubre a preguntas de la oposición, pero sí anticipó que desde el Ayuntamiento de Reinosa esperan sacarlo a licitación "próximamente", y se marcó este mes como una fecha oportuna. Asimismo, Santos aseguró que se llevará a efecto "una rebaja sustancial" porque, desde su punto de vista, "lo más importante es empezar a prestar este servicio".
