Atravesar el municipio de Valderredible siguiendo la ruta del oeste supone un interesante recorrido a través de los más enigmáticos y mejor conservados territorios rupestres de la Península Ibérica. Entre los santuarios hechos en roca arenisca de este valle, cabe destacar la iglesia rupestre de Santa María de Valverde, llamada popularmente ‘la catedral de las rupestres'.
Es en este entorno en el que se encuentra la iglesia rupestre, catalogada como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, donde se ubicó en 2007 el Centro de Interpretación del Rupestre. La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte invirtió entonces 750.000 euros en dotar a Valderredible de un museo de sitio.
El centro propone introducir al visitante en un tipo de manifestación artística plasmada en las paredes rocosas, generalmente en el interior de cuevas, grutas, cavernas o abrigos. Esta arquitectura legó un buen número de iglesias, entre las que figuran, además de Santa María de Valverde, Campoo de Ebro,
Cadalso y Arroyuelos.
El centro ocupa una superficie de 306 metros cuadrados y consta de dos plantas, divididas en tres zonas.
El primer espacio, denominado ‘Creencias' cuenta con cuatro salas tematizadas con paredes de piedra arenisca que están ambientadas como una cueva rupestre. Además, completan el recinto, una celda de anacoreta, una sala mozárabe y un altar de ermita rupestre.
Otros dos espacios, denominados ‘Necrópolis' y ‘Arquitectura Rupestre', completan la visita. El primero de ellos recrea un aspecto indisociable de las iglesias rupestres de la zona: los camposantos de tumbas excavadas en roca y de enterramientos de lajas. Así, se han recreado en un espacio interior las tumbas en roca y, en un pequeño jardín, las tumbas de fosa y de lajas.
El espacio ‘Arquitectura Rupestre' se consagra a la difusión de este tipo de patrimonio y a fomentar la visita posterior al mismo, a través de paneles informativos de gran formato y de un ámbito de proyección concebido a modo de auditorio para treinta personas. Se completan los contenidos de esta sala con cuatro atriles interactivos para verificación y fijación en el visitante de los conceptos más relevantes.
El centro se completa con un espacio central polivalente que permite un aforo de cuarenta personas y que permite realizar talleres para grupos y atender al público familiar en fines de semana.
Seis años más tarde de la firma del convenio entre Cultura y el Ayuntamiento, la gestión del centro pasó a manos municipales. La propuesta del Gobierno regional de cobrar la entrada a tres euros, rompió el acuerdo. Para el equipo de gobierno el cambio era excesivo y se consideró, apunta el regidor municipal y diputado regional Fernando Fernández, "que con esta medida se estaba propiciando la no promoción del centro, y su cierre". Actualmente la entrada cuesta un euro, menos a escolares y menores de 15 años, para quienes el acceso es gratuito.
La responsable del Centro, Marisa Diez, asegura que el número de visitas anual asciende a 6.000, de las cuales, más de 2.000 se registran en los meses de verano. Respecto al horario, durante el invierno es de 10.00 a 15.00 horas y a partir del 1 de marzo cambia, de 10.00 a 14.00 horas y 16.00 a 18.30 horas. En el verano la jornada es continua de 10:00 a 18.30 horas.
