Ocho robots educativos de la serie de Lego Mindstorm, adquiridos recientemente por el Colegio San José, sirven desde el pasado mes de noviembre de base para ofrecer una actividad extraescolar de robótica, que abarca a un grupo diverso en cuanto a edad y formación, pero que está muy integrado.
"Donde los chicos ven un juego, nosotros vemos una gran oportunidad para que aprendan a trabajar en equipo desarrollando la autoestima, el liderazgo, la tolerancia, el respeto, la cooperación, la habilidad metal y la capacidad negociadora", ha explicado el director del centro Óscar Serna.
En cada sesión se les plantea un reto que deben ser capaces de resolver. Asó montan y adaptan sus robots para poder alcanzar el objetivo. Después tienen la labor de programar el robot para que cumpla las indicaciones adecuadas para completar con éxito ese reto. "Así, desarrollan la capacidad creativa y las habilidades manuales y de construcción en su montaje. Posteriormente pretendemos que el alumno pueda proponer distintas soluciones a un mismo problema y analizar y decidir cuál es la solución más efectiva", señala Serna.
A los robots se les puede programar para que avancen, giren o se detengan de forma secuencial, pero también se les puede ordenar que tomen decisiones como: detente a esta distancia, detecta el color rojo, sigue la línea, busca la salida, emite un ruido...
"Lo más gratificante de esta actividad es ver que los chicos son capaces de llevar a cabo todas estas tareas y además con una sonrisa en su cara, porque para ellos simplemente todo el proceso ha sido un juego", asegura el director.
