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Opinión

"No pretendan que seamos solidarios con quienes son insolidarios con nosotros"

"Estar empadronado en el municipio en el que vives, no sólo es lo correcto éticamente, sino que debería de ser legalmente obligatorio"

Texto remitido a Vive Campoo por Rafa Suárez

Estar empadronado en el municipio en el que vives, no sólo es lo correcto éticamente, sino que debería de ser legalmente obligatorio, salvo las excepciones que sean debidamente justificadas. Pertenecer a un ayuntamiento es contribuir para obtener el beneficio común. Precisamente esa unión, ese "ajuntamiento", es lo que nos permite ser solidarios con los que menos pueden aportar, con los "contribuyentes" que más lo necesiten.

Está claro que en una comarca como la campurriana, lo ideal sería, un ayuntamiento único, que diera a todos sus vecinos un trato igualitario, pero hoy en día no es así. La diferencia de pertenecer a un ayuntamiento o a otro, está provocando que los vecinos se empadronen donde más les interesa. Curiosamente, no suele ser Reinosa, (por algo será) y aunque legalmente no sea un delito, es un acto fraudulento, éticamente reprobable y totalmente insolidario.

Es incomprensible, que haya algún grupo político que fomente estas prácticas, amparado en una legalidad a todas luces injusta. La igualdad no es cobrar el mismo precio en las piscinas a un empadronado que a un no empadronado, porque además es irreal. Si un empadronado paga la misma cantidad que un no empadronado, pero además, soporta el coste de la instalación, no está pagando lo mismo, paga más y eso no es igualitario ni justo. Que se concedan ayudas en las tasas a los empadronados en otros municipios es surrealista. Lo normal sería que las ayudas se las concediera el ayuntamiento en el que se han empadronado, pero no, pretenden ayudar a quienes están defraudando a este municipio, pues viven en Reinosa, pero están empadronados en otro ayuntamiento. Para beneficiar a alguien con los impuestos de mi ayuntamiento, debería ser indispensable estar empadronado en dicho ayuntamiento. No pretendan que seamos solidarios con quienes son insolidarios con nosotros.

El modelo de Castro Urdiales, donde la población real duplica a la censada, es insostenible. Necesitan más colegios, más instalaciones, en definitiva, más servicios, pero sólo aportan unos pocos, por lo que el desequilibrio y las carencias están asegurados y no creo que sea este el modelo a seguir. Propuestas como las de REC, fomentan la desconfianza y por ello hay muchos que solicitan que para representar políticamente a un ayuntamiento, hay que estar empadronado en dicho ayuntamiento. Así se evitarían suspicacias. Nadie dudaría de a quienes defiende, porque sería absurdo defender a quienes no son de tu ayuntamiento, en vez de a quienes te han puesto dónde estás. No soy partidario de dejar fuera del ejercicio de la política a los no empadronados en Reinosa, porque comprendo que todos los campurrianos tienen algún interés en que este municipio funcione mejor y además, cumplen con la premisa de estar empadronados en el ayuntamiento en que residen, que es precisamente lo mismo que yo pido para quienes viven en Reinosa.

Quiero que entiendan que somos los reinosanos los que sostenemos las instalaciones y servicios que utilizan todos los campurrianos y sin embargo, somos los que menos beneficios obtenemos. No tenemos autobús escolar ni comedor gratuito, pese a pagar nosotros los gastos del colegio. Ni teníamos precio especial en el pase de esquí hasta hace unos meses. ¿Pretenden que tampoco tengamos ventajas en las instalaciones que mantenemos? Eso es fomentar el empadronamiento fraudulento, porque entonces, queda claro dónde es más conveniente empadronarse, ya que los reinosanos tenemos más desventajas que el resto de los campurrianos. ¿Eso es igualdad?

Algún día quizá podamos decir que todos los campurrianos somos iguales, pero para ello, tendríamos que compartir también los gastos de los servicios e instalaciones que todos utilizamos. Un sólo ayuntamiento. Quizá entonces, nadie pueda pensar que partidos como REC defienden más a los de fuera, que a quienes realmente representan.