Los trabajos han llegado a su fin. Tras una ardua labor de recuperación, el Ayuntamiento de Campoo de Yuso devuelve a los campurrianos El Molino de Orzales, un momumento que reabrirá sus puertas hoy jueves, 11 de diciembre.
Después de 30 años de abandono y tras el empeño del Ayuntamiento y la vecindad de Campoo de Yuso para salvar este edificio, monumento hidráulico, el Molino de Orzales volverá a moler. Lo hará hoy a las 12 horas, en un acto inaugural en la que estarán presentes el alcalde de Campoo de yuso, Eduardo Ortiz, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier De Pedro.
El Molino de Orzales, a la orilla del Embalse del Ebro, se encontraba en un estado de abandono y deterioro. Percatado de los enormes valores y el patrimonio que albergaba, el Ayuntamiento de Campoo de Yuso buscó y obtuvo la cesión de este ingenio hidráulico en manos de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Durante la restauración de las tolvas y ruedas se han consultado otros ingenios hidráulicos de Cantabria y se ha recibió consejo de algunos de los últimos molineros campurrianos, "para ser fieles a nuestras tradiciones", han señalado fuentes municipales. "Se ha conseguido devolver al patrimonio cultural de Cantabria un molino que será la referencia no sólo para los vecinos de Campoo de Yuso, sino para todos los visitantes que se acerquen a la comarca campurriana".
"Campoo sufrió durante siglos un abandono insoportable, acrecentado por la diáspora y desventura que acarreó el Pantano del Ebro.
Bajo sus aguas, los campurrianos perdieron la preciosa Torre de Quintanilla de Bustamante, el enorme Molino de La Población o el diminuto de Quintanamanil, la Ermita de Santiago del Soto, la Iglesia de San Andrés de La Población o de La Magdalena de Quintanilla", han asegurado desde el Consistorio.
"Pero junto a este patrimonio de siglos, nuestros abuelos perdieron sus verdes campos y vegas, casas, horneras, huertos y corrales. Hoy el Molino de Orzales se recupera como un monumento a la memoria de los antepasados, que reposan en los cementerios hoy hundidos bajo el frio pantano de La Población y Quintanilla y de todos los vecinos de Campoo de Yuso que vieron pasar un mar de campos a un mar interior", concluyen.
