Se trata de dos varones de 60 y 64 años, vecinos de las zonas donde se produjeron los incendios
Entre los dos incendios se calcula que se quemaron más de 10 hectáreas de monte bajo y matorral de tojo Entre los dos incendios se calcula que se quemaron más de 10 hectáreas de monte bajo y matorral de tojo
La Guardia Civil ha procedido en el día de ayer a la instrucción de diligencias en calidad de investigados a dos hombres como presuntos autores de sendos delitos de incendio forestal ocurridos en Puentenansa y Valdáliga los pasados días 21 y 4 de abril respectivamente.
Como consecuencia de ambos incendios tuvieron que intervenir efectivos de la Dirección General del Medio Natural del Gobierno de Cantabria para su extinción, siendo fundamental su colaboración para la investigación del ocurrido en Puentenansa donde ardieron unas 10 hectáreas de monte bajo. En Valdáliga se quemaron algo más de una hectárea de monte bajo y matorral de tojo, siendo presumiblemente la causa una quema no autorizada que se descontroló. Los investigados son dos hombres de 60 y 64 años de edad, vecinos de las zonas donde se produjeron los incendios.
A las 5 de la madrugada en el monte
La noche del pasado 21 de abril, sobre las 5 de la madrugada, la patrulla de la Guardia Civil de Puentenansa fue requerida por un incendio forestal en la zona del repetidor de la localidad, lugar donde se encontraban Agentes del Medio Natural en labores de extinción y que tendrían a una persona sospechosa de realizar el incendio.
Una vez en el lugar los componentes de la Guardia Civil fueron informados que al estar apagando el fuego observaron nuevos focos, acercándose al lugar y localizaron a un hombre en actitud extraña.
Una vez identificado por los componentes de la Guardia Civil realizaron diferentes pesquisas, localizando el vehículo con el que se había desplazado hasta el lugar. Junto con otras pruebas conseguidas, en la mañana de ayer fue investigado como presunto autor de un delito de incendio forestal.
Encontrado por el SEPRONA junto al incendio de Valdáliga
Durante la mañana del pasado 4 de abril, efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Cabezón de la Sal en servicio de prevención de incendios en el monte Caviña de Valdáliga, observaron en una finca la presencia de humo en varios puntos, y que se estaría produciendo un incendio que afectaría a monte bajo y matorral de tojo.
Inspeccionada la zona localizaron a un hombre en una finca colindante, el cual comunicó a los agentes que había prendido fuego y que se había descontrolado, careciendo de medios para controlarlo y permiso de quema, sin haber comunicado el incendio a ningún servicio de emergencia.
Los agentes del SEPRONA alertaron del incendio trasladándose al lugar una cuadrilla de la Dirección General del Medio Natural que sofocó el mismo.
En un principio los agentes comunicaron al reseñado hombre que sería denunciado administrativamente por realizar una quema sin autorización, pendiente de la evaluación del incendio.
En dicho análisis llegaron a la conclusión que lo ocurrido podía ser constitutivo de un delito, teniendo en cuenta la prohibición existente en esa zona de realizar cualquier tipo de quema y estando activado ese día el nivel máximo de peligro de incendio, que unido a otros datos es por lo que en la mañana de ayer se procedieron a investigar al citado hombre como presunto autor de un delito de incendio forestal.
Colaboración ciudadana
El cuidado de naturaleza y el medio ambiente es cosa de todos, consiguiendo con ello un beneficio para nosotros y generaciones futuras. Por eso desde la Guardia Civil se interesa la colaboración de la ciudadanía, tanto para evitar los incendios forestales como su implicación en la investigación de los mismos.
Además de no realizar quemas en días y lugares prohibidos, sin las preceptivas autorizaciones, así como en días de calor, fuerte viento, etc, es necesario que en caso de que ocurra un incendio se colabore tanto con la Guardia Civil como con el personal de la Dirección de Medio Natural del Gobierno de Cantabria, facilitando cualquier dato que pueda ser relevante.
La casuística indica que los incendios forestales intencionados suelen ser cometidos por vecinos de las propias zonas o por personas que puedan tener algún tipo de interés sobre las mismas.
