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Opinión

El Día de Valderredible

El Día de Valderredible

"De mayor quiero ir a la campa de La Velilla, deleitarme con Nando Agüeros y pimplarme tres chupitos de crema irlandesa"

A las 20 horas aparecieron (desde las 10 de la mañana, de jarana). Un bus arrancó rumbo a la fiesta. Sábado, 5 de agosto, Día de Valderredible. Dos dicharacheras damas septuagenarias y un octogenario varón.

Él, serio, impertérrito, aterido de frío (lo único que empañó la jornada) con el regustillo de ese paraguayo de minuto de silencio que les repartieron en La Velilla, pero con la pañoleta amarilla bien anudada al gaznate y una pulserita con el escudo de Valderredible, que ya luce en mi muñeca.

Ellas abrazadas, cual Thelma y Louise, con esa risilla tontorrona que provoca la ingesta de tres Baileys. "La comida, soberbia. La organización, impecable. Ofició la misa el sacerdote que está en Zarzuela: Don Serafín" (me cuentan). "Felipe VI nos manda saludos a todos los vallucos". Toma ya!!! Un día ilusionante y rejuvenecedor para los que han cruzado la frontera de los 65.

Con el Ayuntamiento hay que contactar para pedir que arreglen caminos inhóspitos. También para felicitar cuando se hacen las cosas bien, como en este caso. De mayor quiero ir a la campa de La Velilla, deleitarme con Nando Agüeros y pimplarme tres chupitos de crema irlandesa.

Montserrat Ruiz Cecín