La debacle de La Roja el pasado año en el Mundial de Rusia provocó que desde las más altas esferas de la Federación Española de Fútbol se vieran obligados a mover ficha para evitar que el prestigio que la selección había logrado en campañas anteriores se evaporara. La medida más sonada fue la destitución de Lopetegui en plena competición, una decisión que no cogió a muchos por sorpresa pero que sí fue duramente criticada precisamente por hacerse con el Mundial ya empezado. Hierro tomó las riendas de la situación pero lo hizo por poco tiempo ya que el combinado nacional no consiguió pasar de la fase de octavos. Una semana después del regreso a casa de los jugadores, la Federación anunció que Luis Enrique sería el encargado de ponerse al frente de la selección durante los próximos dos años. El técnico asturiano fue el escogido por Luis Rubiales para dirigir una nueva etapa en el fútbol español y parece que los primeros cambios ya se han dejado sentir.
El pasado 15 de marzo el que fuera entrenador del Barça durante dos temporadas y media hizo pública la convocatoria para los próximos encuentros contra Noruega y Malta, ambos clasificatorios para la Eurocopa de 2020. El técnico asturiano ha sorprendido a todos al incluir ocho caras nuevas entre los convocados, entre los que se encuentra el santanderino Sergio Canales.
El actual centrocampista del Betis está viviendo el momento más dulce de su carrera tras años encadenando duras lesiones que lo han mantenido alejado del terreno de juego durante meses. Con el equipo andaluz está cosechando grandes resultados en LaLiga esta temporada, y aunque los de Quique Setién perdieron el tren y ya no podrán jugar los cuartos de la Europa League en esta campaña, todavía mantienen la esperanza de colarse en puestos de Champions. La llamada de Luis Enrique ha sido la guinda del pastel para Canales, quien ha afirmado en varios medios de comunicación que aunque no había perdido la esperanza de entrar a formar parte del combinado nacional era consciente de que conseguirlo no era fácil.
Un duro testimonio que vendría avalado por las tres grandes lesiones del ligamento cruzado anterior que el de Santander ha sufrido a lo largo de su carrera. La primera le llegó al cántabro en octubre de 2011, cuando ya militaba en el Valencia tras haber sido cedido por el Real Madrid. En aquella ocasión estuvo 157 días de baja y se perdió un total de 37 partidos. Menos de un año tardó en volver a lesionarse, en abril de 2012 Canales se volvía a romper el ligamento cruzado anterior llevándolo de nuevo a estar de baja durante 189 días. Pero sería en la temporada 2015/2016 cuando el santanderino viviría su peor rotura, ya entre las filas de la Real Sociedad, dejándolo un total de 266 días fuera del campo. Pese a ello, y a los duros momentos que el jugador ha vivido tanto a nivel profesional como personal, el cántabro nunca dejó de luchar por mantenerse en la categoría de oro del fútbol español. Canales es la personificación del refrán "al mal tiempo, buena cara", ejemplo de ello es el pez que se tatuó en su rodilla izquierda para dar forma a su cicatriz.
Ahora, la convocatoria de Luis Enrique para formar parte de La Roja ha sido la culminación de toda una vida de esfuerzo y trabajo. No obstante, no será la primera vez que el jugador cántabro se enfunde la camiseta de la selección. Canales ha pasado por todas las categorías inferiores del combinado nacional y en su palmarés se encuentra la Eurocopa Sub-17 de 2008, la XXXV Copa Atlántico de 2009 con la Sub-18 y el segundo puesto de la Eurocopa Sub-19 de 2010. Esta será la primera vez que Canales juegue con la Absoluta y lo hará luciendo el dorsal 11. El santanderino será la única representación cántabra de la selección, no así del Betis ya que Canales compartirá vestuario con su compañero de equipo, el portero Pau López.
