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Música | Reinosa

18 años de música antigua en Reinosa

18 años de música antigua en Reinosa

La Capilla Vocal Antiqua recibirá este sábado la Flor de Nieve que entrega la Peña Campurriana de Santander

Hace dieciocho años comenzó una aventura musical que ahora vive un momento paradójico, atrapada en unos acontecimientos de efectos contradictorios. Esta es la pequeña historia de un músico, Antonio Barranco, y su coro, la Capilla Antiqua de Reinosa. La relación del director e instrumentista con Campoo venía de tiempo atrás, en los primeros noventa, cuando dirigió un coro de estudiantes organizado por el Centro de Formación Profesional, el Mozart Siglo XXI. Años después se haría cargo del Orfeón reinosano, hasta que, por último, montó su propia agrupación, terminando por instalarse definitivamente en nuestra tierra. De Madrid a Campoo pasando por numerosos lugares. Tenemos la impresión de que fue aquí donde finalmente encontró su sitio. Siempre nos sorprendió que así fuera, puesto que él pudo aspirar a cualquier otra localidad de mayor proyección profesional.

La apuesta estuvo clara desde un principìo: una "capilla" al modo clásico, es decir, una agrupación de cantores e instrumentistas; un repertorio de música antigua y un trabajo de formación musical a disposición de cualquiera que mostrase interés. Objetivos ambiciosos y comienzos difíciles, como es obvio.

A medida que el proyecto se fue consolidando aparecieron otras variantes que sirvieron para abrir nuevos retos. Nuestra comarca y las limítrofes ofrecen unos entornos únicos para disfrutar de la música antigua: templos románicos, pero también un magnífico barroco o las excepcionales iglesias rupestres. Era obligado trazar una línea de trabajo que uniese patrimonio y música en un formato amplio de oferta cultural. Así fue cómo desde la Asociación Cántabra de Música Antigua, la organización que da soporte a la /Capilla/, se fue consolidando un modelo de proyectos basado en la explicación de los monumentos junto con la interpretación de los conciertos. El modelo terminó por cuajar, convirtiéndose en seña de identidad del grupo, hasta el punto de ser requerido para ofrecerlo en muchas localidades de Cantabria y otras comunidades.

La colaboración con instrumentistas magníficos en diferentes formaciones (cuerda, madera, metales, órgano) hizo que la /capilla/ realmente fuera lo que su nombre prometía. Cuando recientemente surgió la oportunidad de compartir espectáculo con la compañía de teatro de Anabel Díez, la Capilla Antiqua experimentó una nueva transformación artística. Al patrimonio, la historia, el arte y la música se sumaba ahora el teatro. Para un grupo formado por aficionados, el contacto con el mundo profesional en una dimensión tan completa nos hizo sentir en la cúspide de nuestras posibilidades, un sueño difícil de imaginar, pero real y emocionante. Ya estábamos atrapados por los cancioneros renacentistas, las misas y cantatas barrocas, los motetes y madrigales, los villancicos, la múscia contemporánea de inspiración antigua... todo ese mundo sonoro tan reconocible en sus armonías y contrapuntos, pero ahora lo que nos transportaba a una emoción mayor si cabe era la palabra, el texto dramático, la interpretación y puesta en escena. Todo un presente rico en satisfacciones y un futuro lleno de nuevas posibilidades. La pérdida de Antonio, inesperada, trágica y sobrecogedora, nos conmocionó hasta grados de tristeza que nunca pudimos suponer. Se derrumbaba de repente un edificio levantado con esfuerzo e ilusión, se truncaba un proyecto en su mejor momento. El dolor por la pérdida y el desconcierto fueron el estado de ánimo de todos nosotros.

Casi desde los primeros momentos, tras la muerte de nuestro director, surgieron destellos de esperanza. Sentimos el apoyo y el calor de muchas personas, con el mismo mensaje siempre: debéis seguir, por Antonio y por el trabajo hecho. No tardamos en darnos cuenta de que también para nosotros este deseo de no sucumbir, de mantener la llama encendida, era una necesidad. La /Capilla/ forma parte de nuestras vidas y en esos momentos dolorosos descubrimos que era una parte mucho más importante de lo que pensábamos.

El destino, siempre deparando sorpresas, nos ha regalado una distinción en forma de Flor de Nieve que ha supuesto un impulso en momentos de duda. Nos inunda la íntima satisfacción de sentir el reconocimiento de nuestros paisanos; pero también la amargura de no compartirla con quien más se lo merecía. Sabemos que este honor es de Antonio Barranco y a él se lo ofrecemos.

Un último apunte. La Capilla Antiqua de Reinosa seguirá adelante. Se nos abre una nueva etapa, ilusionante y, como todo lo nuevo, incierta. Estamos seguros de que su nueva directora, joven, formada y llena de fuerza, será capaz de pilotar esta nueva singladura. Bienvenida Paula.