Joan Antón Font lleva más de 30 años trabajando en la nieve y también fabricándola. Desde la llegada de los cañones de innivación artificial a La Molina en 1985, donde ha pasado de subirse a las pisapistas a dirigir la estación durante 15 años. Su último trabajo ha sido la dirección técnica del grupo F.G.C Turisme i Muntanya, dependiente de la Generalitat de Catalunya, que aglutina las estaciones pirenaicas de La Molina, Espot, PortAiné, Vall de Núria y Vallter 2000.
Con su llegada desde La Cerdanya a Alto Campoo se ha encontrado una estación "familiar y acogedora" que cuenta con la "última tecnología" para la fabricación de nieve artificial y con posibilidades para que además de ser un polo de atracción para esquiadores, se puedan ofrecer otro tipo de servicios de montaña y lograr desestacionalizar su actividad, algo que no será fácil porque tiene que haber varios agentes implicados, reconoce.
De momento, con la vista puesta en el 2 de diciembre para abrir la estación se marca como reto realizar "una temporada estándar de calidad", y para ello trabajará junto a "un equipo muy bueno que absorbe muy bien los conocimientos" con el fin de alcanzar los 100 días abiertos. Para lograrlo, si es necesario, desde Alto Campoo se encargarán de poner la nieve pero, eso sí, el frío tiene que llegar para quedarse.
