Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Actualidad | Reinosa

La solución de Cupido

  • El Ayuntamiento de Reinosa ha encargado a una empresa de cetrería los trabajos para expulsar a los estorninos del parque

  • De momento, han cambiado su dormidera a la ribera del Híjar, entre Sorribero y Matamorosa

Un olor "insoportable", un aspecto "lamentable", la imposibilidad de pasear por el interior del parque, jugar en los columpios, aparcar el coche sin que acabe lleno de excrementos o tomarse algo en las terrazas que flanquean Cupido, son algunas de las consecuencias y las principales quejas de los vecinos y empresarios que lo transitan a diario. La colonia de estorninos que duerme en el parque ha vuelto y desde la semana pasada el Ayuntamiento de Reinosa está probando una técnica nueva para ver si por fin surte efecto.

"Una auténtica obsesión", para el concejal de Sanidad, Miguel Ángel Fernández Higuera, que le ha hecho descolgar el teléfono para llamar a Coplacan, la empresa contratada para el control de la plaga de las palomas y a la que ahora ha encomendado la misión de expulsar a los estorninos de Cupido.

Después de probar con grabaciones de sonidos que imitaban a depredadores, cañones de gas que emitían bruscos golpes para ahuyentar a los estorninos, y comprobar que los pájaros se acostumbraban porque no les pasaba nada, ahora el ruido de las rapaces va en serio. Un halcón por el día y un águila de Harris por la noche están al acecho para demostrar a los estorninos que no son bienvenidos.

Y por lo visto su presencia está dando resultados. Hace ya una semana que los inquilinos de Cupido se lo piensan para volver a la dormidera del parque y desisten al oír al halcón (algunas veces está y en otras ocasiones los trabajadores de la empresa emiten un ruido que siembra la duda sobre su presencia). La cuestión es que los estorninos, de momento y muy a su pesar, se están mudando a la ribera del Híjar para dormir.

Desde la empresa de control de plagas mediante cetrería o trampeo explican que vuelan los halcones durante el día para que ataque a los bandos. La técnica consiste en hacer un ruido a la vez que sueltan al ave rapaz, para que cuando no vuele, con solo emitir ese ruido, lo asocien y huyan del parque.

Para completar el trabajo diurno del halcón y que los estorninos no se confíen, por la noche recurren al águila de Harris, de bajo vuelo y que ataca desde la parte inferior de los árboles. Dos depredadores que están logrando hacer que los estorninos, tanto la colonia de los negros -que reside habitualmente en la zona-, como la de los pardos -que es la que viene del norte y provoca el problema actual-, se encuentren desubicados y se hayan desplazado a otras zonas, básicamente los árboles del Híjar entre Sorribero y Matamorosa.

Estiman que la plaga puede rondar el millón de ejemplares. El principal problema se debe a que al estar instalada previamente una colonia de estornino negro, éste hace de vigía y cuando viene el pardo buscando un lugar seguro en el que pasar su noche, la presencia de su ‘primo' le transmite confianza y por eso acude. Llegan con la puesta de sol, entre las 17.30 y las 18 horas, y se van al alba.

Otro aspecto que no ha pasado desapercibido para los vecinos de Reinosa es que por la noche las luces están apagadas. Desde la empresa comentan que es para que al bando les resulte más complicado volver a entrar al parque por la noche.

¿Por qué en Cupido?

En cuanto al destino que eligen los estorninos para pernoctar, el edil explica que Cupido reúne una características idóneas para que pasen la noche sin contratiempos; es un lugar resguardado al que además las lucen aportan calidez y están libres de la presencia de depredadores que se pueden encontrar en la naturaleza.

Por su parte, los encargados de erradicar la plaga aseguran que "la cetrería es el mejor método para expulsarlos" por la presión que estas aves ejercen sobre el bando. "Un poco de psicología animal" buscando símiles que ellos encuentran en la naturaleza y que les hacen salir en estampida por miedo a sus depredadores. Psicología animal y "muchos años mirando al cielo estudiando el comportamiento animal" para conseguir echarlos del parque, subrayan.

A pesar que de momento esta práctica está dando buenos resultados, se muestran cautos, "habrá que seguir insistiendo", y es que los estorninos intentan constantemente volver, especialmente la colonia que está instalada habitualmente en el parque "que seguramente lo seguirá intentando".

Por su parte, desde el Ayuntamiento indican que están satisfechos con el trabajo porque está dando sus frutos. Aun así, Higuera matiza que hay que seguir vigilando la conducta de los estorninos y que la empresa ha ampliado su presencia al parque de Correos y al Campo Colorado.
Además, ha apuntado que, en vista a estos resultados, ya están limpiando más exhaustivamente Cupido para devolverlo a su estado habitual, para que los bienvenidos al parque sean los vecinos y visitantes en lugar de las aves.

 

Un problema muy engorroso

Aunque desde la semana pasada la plaga se esté controlando, para algunos llega un poco tarde la solución. A un hostelero de la zona los estorninos le han destrozado la terraza. Además, el aspecto y los olores generados por las heces de estas aves no animan a los potenciales clientes a jugársela a pasar por el interior del parque.

Un vecino del piso número 4 de esa manzana apunta que "los bichos no tienen la culpa pero por lo menos habrá que limpiarlo". Una mujer que vive en el mismo bloque pero que sus vistas dan al parque califica la situación de "vergüenza". Asegura que cuando llueve no puede abrir las ventanas por el olor que emana, y cuando pone a secar la ropa tiene que estar mirando el reloj porque la marea de estorninos es puntual y los tendales son una diana fácil. Idéntica suerte corren los que estacionan en los aparcamientos del parque por la tarde y que a su vuelta se encuentran con la chapa del coche en un estado lamentable.

Un trabajador de Renfe que pasea por la acera lamenta que la tarjeta de visita para los que llegan a la ciudad en tren sea "una verdadera guarrada" generada por los olores y la suciedad.

Desde una empresa ubicada frente al parque consideran que ofrece un aspecto negativo que también afecta al comercio: "llevan varios años y no se han tomado medidas efectivas, sigue habiendo follaje y sería conveniente una poda". Una vecina del portal anterior coincide con lo de la poda, "hay que realizarla cada cierto tiempo y que además quiten los árboles que están enfermos".

Otro empresario de la zona lamenta el olor y el aspecto pero apela a la "comprensión" de la situación. No es partidario de una poda "salvaje", prefiere otro tipo de soluciones que no sean agresivas con los árboles porque "no se puede talar indiscriminadamente un parque tan bonito como Cupido y reducirlo a una explanada de hormigón".

En la otra banda del parque las opiniones no difieren mucho de las anteriores. Desde un local de hostelería añaden a la suciedad el ruido generado por los estorninos como otro inconveniente más.

Son testimonios obtenidos en una mañana entre las personas que más de cerca sufren la situación. La misma que padece una madre con su niño mientras va inspeccionando todos los columpios para poder jugar con él sin mancharse, "hoy no está ni tan mal, por lo menos hay alguno libre".