Este sábado la Plaza de España de Reinosa será un hervidero de gente con motivo de la celebración de San Sebastián y el Concurso de ollas ferroviarias, una de las pocas fiestas que cada año van en aumento para el disfrute de vecinos, visitantes y hosteleros, pero no tanto para comerciantes. Y es que este año, la celebración del patrón coincide en sábado y el Ayuntamiento de Reinosa, a propuesta del PRC y con el voto favorable del PP y el PSOE y en contra de REC, aprobó en la sesión plenaria del 3 de agosto del pasado año trasladar el correspondiente día festivo al viernes previo, con el objetivo de que "el comercio pueda mantener abiertas sus puertas el día en el que se acercan hasta la ciudad un gran número de visitantes".
Aquella decisión, que apenas tuvo repercusión en su momento, ha hecho que numerosos negocios de Reinosa se hayan puesto de acuerdo en esta ocasión y, sin necesidad de reunirse, han colgado en sus escaparates un cartel en el que informan de que permanecerán abiertos el viernes 19 y que cerrarán el sábado 20, contraviniendo la decisión municipal de establecer el viernes como festivo.
Desde Vive Campoo hemos consultado en la mañana de este jueves a más de treinta pequeños comerciantes de la ciudad y la respuesta ha sido unánime: rechazan con rotundidad el calendario que marca el Consistorio porque aseguran que no favorece la venta en sus establecimientos y además les priva de disfrutar de una fiesta popular con mucho arraigo en la capital campurriana como es San Sebastián.
Son carnicerías, fruterías o pescaderías, pequeñas tiendas alimentación, de moda y electrónica, peluquerías y perfumerías, joyerías y relojerías o ferreterías. Prácticamente todos los negocios de estas características han decidido abrir el viernes y cerrar el sábado; seguir ofreciendo sus servicios al cliente en un buen día para vender y cerrar en un buen día para descansar y celebrar. Una decisión que pueden tomar los autónomos pero no los empleados, especialmente los de las grandes superficies, que tendrán que acatar el viernes como festivo y el sábado como laborable.
En el entorno de la plaza todos los negocios lo tiene claro. "Es el día de mi patrón y quiero disfrutarlo", sostienen desde uno de los comercios. Además del carácter lúdico y el derecho al descanso -algunos de ellos explican que para un autónomo es muy complicado enlazar dos días seguidos de descanso y librar este sábado es una buena oportunidad-, también sostienen que el 20 de enero, al margen de la hostelería, no es un buen día para vender. "La gente, como es natural, viene a disfrutar y no a comprar".
En el caso de la alimentación es obvio que el viernes, además de los productos de la cesta diaria, es un buen día para hacer caja con la carne, verduras, pan o patatas; productos frescos que se cocinaran a la mañana siguiente en la plaza, pero también lo es para las peluquerías porque es cuando van muchos clientes para "arreglarse" de cara a la festividad, explican los comercios que saben cuáles son su días fuertes.
La mayoría asegura no entender el cambio en el calendario, otros opinan que quienes lo van a disfrutar son los que trabajan en el Ayuntamiento y hay quien se cuestiona que, ya de moverlo, en lugar de la víspera por qué no lo han traslado al lunes. "¿Por qué tocan el día de San Sebastián si cae en sábado, cuál es el problema?", se pregunta un buen número de comerciantes que opinan que "lo normal es trabajar el viernes, al ser laborable, y cerrar el sábado, coincidiendo con la fiesta".
Por otra parte, unos pocos se dejan llevar por la inercia y han decidido abrir el viernes siguiendo el criterio de la mayoría. Desde algunos establecimientos sugieren que si se toma la determinación de cambiar la fecha "se haga con todas las consecuencias", es decir, si es fiesta el 19 que los actos también se trasladen al 19, "pero lo que no es de recibo es hacer fiesta un día que no hay nada y que nos toque trabajar el día que hay movimiento". Aquí ya entraría en juego el debate de respetar las tradiciones y no tanto el de la operatividad para los comercios.
Los hay más críticos: "los autónomos no estamos para perder días y parece que en esta ciudad se hacen las fiestas para los de fuera; está muy bien que vengan, pero que no se olviden de nosotros", lamentan desde una tienda de moda. En este sentido, otro de los efectos negativos, en esta caso colateral, que tiene para algunos comerciantes que el viernes sea festivo es el posible ‘éxodo' de potenciales compradores a ciudades como Santander o irse de puente ante la posibilidad de disfrutar de tres días festivos.
En una ferretería que este sábado cumple 66 años, donde además venden ollas en las que a la postre se cocinan los populares guisos, su dueño preguntó a los empleados qué día preferían trabajar y han elegido hacerlo también en viernes porque el sábado todos ellos van a ir a la plaza con su grupo de amigos a guisar y disfrutar.
Otro negocio que se encuentra en los aledaños de la plaza tiene claro que va a abrir el viernes y cerrar el sábado. "No es un día en el que vaya a vender ropa y siempre hay gente que cocina delante de mi local, ¿qué les voy a decir, que se vayan? Pues no, que disfruten el día del patrón pero que nos den opción a trabajar el día anterior".
Según explican varios comerciantes, desde el Ayuntamiento les han ofrecido la opción de instalar unas vayas junto a su negocio para facilitar a sus posibles clientes el acceso al local. Una propuesta que todos, sin necesidad de consultarlo, han declinado al considerar que "no tiene sentido".
De momento, para advertir a sus clientes, la mayoría de establecimientos, cada uno con su estilo, ha colocado en sus escaparates un cartel en el que recalcan que ellos trabajarán el viernes, 19 de enero, y que descansarán, o disfrutarán, el sábado, 20 de enero día de San Sebastián, patrón de Reinosa.
