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Deportes | Campoo de Yuso

"Sin empezar a jugar la Liga nos otorgaban la tercera plaza"

Las jugadoras de la Peña Bolística de Campoo de Yuso, Blanca Riaño, Andrea Gómez, Marta Castillo y Diana López valoran los éxitos de la temporada, desvelan cómo se iniciaron en el corro y ofrecen pinceladas de sus personalidades

Cuando la amistad acompaña a la pasión, las recompensas son aún mayores. Las integrantes de la Peña Bolística de Campoo de Yuso, Blanca Riaño, Andrea Gómez, Marta Castillo y Diana López han sido muy conscientes a lo largo del campeonato de la importancia de la complicidad, "sin empezar a jugar la Liga nos daban la tercera plaza", explican. Desconfianza que les animó a reafirmarse como deportistas, logrando el cuarto título liguero. Victoria que nunca estuvo del todo clara debido a la falta de partidos perdidos por los rivales, "en la última jornada estábamos más seguras, porque sabíamos que sólo dependíamos de nosotras", afirma Diana López, la capitana. Una seguridad en el control de sus propios actos que les ayudó a vencer a la Carmencita de Santander y a la Bolística de Torrelavega. Primer título liguero para las jugadoras Blanca Riaño y Marta Castillo, cuya celebración acabó en agua dulce. Pletóricas y orgullosas del trabajo realizado, las más veteranas del equipo decidieron "bautizar" en el Pantano del Ebro a las naturales de Los Corrales de Buelna.

El éxito de Campoo de Yuso tiene nombres propios, empezando por el del presidente de la bolística, Miguel Ángel Saiz, un apasionado de este deporte y artífice de la cohesión y el ambiente que se vive en el grupo. Junto a él, las deportistas. Blanca Riaño continúa adquiriendo mediante el estudio de Filosofía y Letras en la UNED. Si le preguntas por sus preferencias la dubitación no le traiciona, "me gustan, especialmente, las carta de Epicuro y 'Así Habla Zaratrusta' de Nietzche", expresa. Aunque no duda en declararse atea, los bolos son casi una "creencia" dentro su familia. Su abuelo también jugaba. Asegura que se iría a estudiar a una isla, "lo que me atrae es que son lugares donde no tienes escapatoria", explica, "estás encerrada".

Más por inercia que por vocación propia fueron, sin embrago, los inicios de Andrea Gómez. Estudiante de Economía, se apuntó junto con sus amigos a las Escuela de Casar de Periedo, pero al no tener tanto apoyo mediático el interés por los bolos disminuyó para casi todo el mundo menos para unos pocos, entre los que se incluye, "para los equipos masculinos hay algo más, pero para nosotras el escaparate es nulo", revela. A pesar de no tener muchas cosas claras en su vida, no vacila en evaluar su comportamiento y reconocer que su carácter puede ser un obstáculo cuando la paciencia debe primar. Confiesa ser muy competitiva, rasgo que en ocasiones le hace salirse del juego, "un año me quedé fuera de un campeonato por un bolo debido a mi actitud".

En cambio, la campeona Regional, Marta Castillo, sabe que quiere seguir aprendiendo y jugando durante muchos años más. Incentivada por su hermano, se decidió a competir al verle en la bolera, "no me quedé con las ganas", afirma. Su trayectoria comenzó en el equipo de La Rasilla y continuó en Mazcuerras, hasta hace dos años que fichó por el Campoo de Yuso. La también campeona de Cantabria de peñas por parejas junto a Blanca Riaño, indice en la importancia del entrenamiento y la suerte, "si no la tienes es mejor que cojas las bolas y te vayas a casa".

Capitana y referente, la historia de Diana López está ligada a la de la Peña Bolística de Campoo de Yuso. Natural de La Población, su carrera deportiva empezó cuando el Ayuntamiento abrió la escuela de bolos. Dos años después, exactamente en el 2002, se decantaron por la creación de un equipo femenino que compitiera en liga. Desde ese momento, ha pertenecido al conjunto campurriano, excepto en el 2012, año en el que se deshizo por la falta de jugadoras. Circunstancia que no le condujo a abandonar las boleras, al contrario, se dedicó a jugar por parejas en Los Corrales. Muy a su pesar, en más temporadas que en menos dejará de competir, "no es que esté cansada pero, por ejemplo, este deporte te obliga a estar todo el verano pendiente, no te deja tiempo", explica, "además, desde hace dos años a nivel individual no me salen las cosas, y cansa".

Cuatro compañeras y amigas que comparten una preocupación, la pérdida progresiva del deporte que está marcando las primeras etapas de sus vidas. Una situación que es consecuencia de la falta de lugares de enseñanza y entrenamiento que incentiven el interés de los jóvenes por los bolos. "En Reinosa, capital de Campoo, debería haber una escuela", declara la natural de La Población. Sin perder la consciencia de que son el único equipo femenino de la comarca y de que el resto lo componen personas de edad más avanzada, proponen la creación de una escuela para la formación de niñas y niños en Campoo.

Son cuatro mujeres que a sabiendas de sus cualidades se esfuerzan por evolucionar dentro de las boleras y de la vida, siempre teniendo presente que lo realmente importante no se esconde, al contrario, se evidencia. La sinceridad, la risa y el cuidado a los que quieren, humanizan aún más a este equipo que se encuentra en lo más alto del deporte femenino de la región.