La sala de exposiciones Casyc de Caja Cantabria (calle Tantín, Santander), acoge hasta el 28 de noviembre la exposición 'BACKGROUND' del artista reinosano Ricardo González García. Después de su paso por la Biblioteca Central de Cantabria, con su anterior exposición Nueva taxonomía del Fetiche, el artista cántabro regresa a la palestra con una nueva muestra multidisciplinar en la que reúne pintura, instalaciones, dibujo, fotografía y vídeo bajo el título de Background, en la que el artista atrapa la realidad y la transmite al espectador que observa los diferentes elementos que conforman la exposición como catálogo de lo habitual.
El artista Ricardo González representa en sus lienzos un puzle basado en la realidad y lo real. La muestra se divide en diferentes bloques temáticos, que unidos, conforman un todo. En el primero de ellos las arquitecturas efímeras cobran una especial relevancia, contemplamos bocetos o representaciones ideales de elementos cotidianos, en los que la casa, el hogar, se perfila asentada en paisajes aún por definir, casi oníricos. Este hecho, el proceso de construir, capturar el tiempo y los objetos en él, configuran la obra del artista cántabro. El hilo conductor de su propuesta constituye una metáfora de lo efímero, la constatación de que se está en una realidad mutable y laberíntica. En esta serie aparece también lo circundante, aquello que nos rodea y que fue, en su momento, parte de nuestra vida, aunque ya sea pasado.
La muestra nos permite reflexionar sobre el hecho de estar, sobre la historia y su revés, su proyección en el presente y la propia actualidad. Background, contiene varias lecturas, dependiendo de la voluntad del que observa y si se unen o separan las palabras, en un juego lingüístico que preocupa al artista, que busca la interpretación de la palabra y su significado, y además, su significante en nuestra mente. Back es vuelta, envés, el revés de la cosas, y podemos constatar la interpretación de esta idea en una de las secciones articulada mediante lienzos colgados desde el techo, en los que se representa la realidad y lo real. En esta serie el protagonista es el espectador que, a través de sucesivas ventanas, se asoma a ese mundo dual entre lo tangible y lo imaginario. El plan expositivo se asemeja a una obra de teatro barroca donde se ofrecen las entrañas de la obra, la tramoya y las bambalinas de la vida. La perspectiva juega un papel fundamental en la composición cambiando según la ventana desde la que se mire.
Otro sector de la exposición es la que hace referencia a la tierra, al fundamento, es el Ground. Aquí el entorno adquiere mayor protagonismo ya que el artista muestra retazos de la cotidianidad, escenas de cierta violencia representadas como si estuvieran congeladas, como metáforas sobre la presencia en nuestra memoria de aquello que aconteció y que impregna nuestro presente.
La dualidad en la obra de Ricardo González se aprecia en la composición central que domina la sala y que representa el origen, el espacio de creación, el taller donde todo surgió. Lo más interesante es el envés (el back) de las múltiples tablas que componen la pieza y que recorre, prácticamente, la historia del siglo XX, iconos reconocibles y perdurables que nos hacen reflexionar sobre la vida y lo que esta tiene de arte. La huella de Amstrong en la Luna, la bomba nuclear, la conferencia de Hitler y Franco...
Una tercera parte corresponde a la unión de todo lo expuesto, es el Background: fondo, bagaje, antecedentes... El artista nos presenta una instalación que se asemeja a una cápsula del tiempo que ocupa un lugar preeminente del recinto y cuya disposición nos estimula a mirar en su interior. Una vez escrutado su secreto, Goya y la razón afloran y percibimos su presencia en toda la sala. Ricardo González se convierte así en una especie de reportero del tiempo, un observador que revela lo que existe y que nos deja abierta la puerta a la interpretación de aquello que nos ofrece.
En definitiva, el artista reinosano trata de trasmitir su forma de pensar a través de sus lienzos, hacernos comprender esa realidad, a veces virtual y a veces cercana como apreciamos en algunos de sus cuadros en los que vemos paisajes de la tierra campurriana.
Destaca también el audiovisual realizado por el fotógrafo Eugenio Martínez Jorrín, que documenta el proceso creativo de la exposición Background, una dicotomía entre la realidad y lo real.
Por Daniel Guerra de Viana
