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Sociedad | Valderredible

Los peregrinos vallucos alcanzaron el perdón

Ochenta peregrinos y otros ochenta vecinos de Valderredible llegaron al Monasterio de Santo Toribio el día inaugural del Año Jubilar Lebaniego

Unos ochenta de vecinos de Valderredible participaron el pasado domingo, día 23, en la última etapa de la peregrinación a Liébana, con el objetivo cumplido de llegar a la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio el mismo día de su apertura con motivo del Año Jubilar Lebaniego.

Como apoyo a la expedición valluca, un número similar de vecinos se desplazó en autobús para celebrar una comida de fraternidad en la localidad de Los Llanos (Camaleño) donde el ayuntamiento lebaniengo les cedió un área de servicio para degustar una paella que repartieron los organizadores del evento entre los asistentes. Después de la sobremesa, sobre las 17 horas, se acercaron al templo para esperar la llegada de los peregrinos que partieron a las 10.30 horas desde el alto de Piedrasluengas (1.355 metros) e hicieron varias paradas en los puntos de avituallamiento establecidos como Pesaguero u Ojedo. Desde ahí, y pasado Potes, ascendieron los últimos 2,5 kilómetros para llegar al monasterio, donde aguardaban sus vecinos que formaron un pasillo para recibirles entre aplausos.

Una vez alcanzada la Puerta del Perdón, el grupo entero, unas doscientas personas, se desplazó al interior del templo, donde el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, que también participó en la marcha, y el alcalde de Camaleño, Óscar Casares, les dedicaron unas palabras de "inmenso agradecimiento" por su implicación en esta actividad que "une dos comarcas con mucho en común, a través de la cultura, la fe y el deporte", subrayó Fernández. Acto seguido, el padre franciscano Juan Ignacio, como acto exclusivo para los peregrinos vallucos, les mostró el Lignum Crucis, la reliquia de madera de la cruz de Cristo (la de mayor tamaño según varias teorías), y les explicó su historia antes de ofrecerla al público para que todo el que quisiera pudiera besarla y contemplarla de manera ordenada.

Una vez celebrado este recibimiento, los peregrinos estamparon en sus carti-llas los sellos acreditativos de los municipios por los que discurrió la marcha, y a continuación tuvo lugar la entrega de diplomas y un colgante con la figura del Caballero Peregrino de San Martín de Elines a todos los asistentes, tanto a los que participaron en esta etapa como a los que completaron la peregrinación. Por último, los vecinos vallucos aguardaron con expectación la llegada de sus últimos peregrinos, Roberto Ceballos, Covy Morato y Jorge Murillo, que partieron desde Torrelavega la tarde del día anterior para completar un exigente recorrido de 89 kilómetros entre la capital del Besaya y la Puerta del Perdón. Una vez les divisaron en la última curva, les dedicaron un sonoro recibimiento y les volvieron a hacer un pasillo para aplaudirles y abrazarles por completar su gesta.

Hermanamiento entre dos comarcas

Durante el acto que tuvo lugar en el interior del Monasterio de Santo Toribio ante todos los participantes, Fernández y Casares, junto a los miembros de ambas corporaciones, intercambiaron las banderas de sus municipios como gesto de unión, y el regidor valluco, recogiendo el estandarte de Camaleño, explicó que ondeará en el balcón del Ayuntamiento de Valderredible durante el tiempo que dure el Año Jubilar Lebaniego como "señal de agradecimiento por la cariñosa acogida demostrada por Óscar Casares". Asimismo, anticipó que el montañero y presidente del club de montaña Valderredible Sport, Roberto Ceballos, portará ambas banderas en el ascenso que le llevará en junio a con-quistar el pico Denali (6.194 metros) en Alaska, el más alto de América del Norte.

Una peregrinación de 125 kilómetros en cuatro etapas

Para llegar a la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio, los peregrinos han tenido que recorrer en cuatro fines de semana sucesivos un total de 125,3 kilómetros, desde la Colegiata Románica de San Martín de Elines hasta el templo de Liébana. Un trazado que ha discurrido por pistas y caminos pero en su mayor parte por carretera, con la dificultad añadida de este terreno, y han atravesado Valderredible de este a oeste, hasta Santa María de Valverde el primer día; en la segunda etapa los peregrinos caminaron desde el centro de Interpretación del Rupestre de Cantabria hasta la localidad de Cervera de Pisuerga; en la tercera jornada retomaron la marcha desde la localidad de la Montaña Palentina hasta el Alto de Piedrasluengas; y, por último, el 23 de abril se completó la última etapa que condujo a los participantes desde el puerto hasta la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio de Liébana.