Entre el 28 de febrero y el 5 de marzo ha soltado de media 70 metros cúbicos por segundo
Ha alcanzado el 96,2 por ciento y todavía hay 48 hectómetros de nieve sin fundir en la comarca
Después de alcanzar el 96,2 por ciento de su capacidad el pasado domingo, el Pantano del Ebro, dentro de la situación extraordinaria de los últimos días, va recobrando la normalidad y se encuentra a las 11 horas de hoy, sábado 7 de marzo, al 93, 06 por ciento, con un volumen de 502,5 hectómetros cúbicos y la estación de Arroyo registra un "estado normal".
Durante esta semana, el embalse en Arroyo ha evacuado de media 70 metros cúbicos por segundo, mientras que ayer la diferencia ya era palpable, con una suelta de 47 metros cúbicos por segundo, y la Estación de Aforo de la localidad campurriana registraba una altura de 1,25 metros.
Según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, no hay datos históricos que reflejen una suelta de agua superior a la realizada estos días en el Pantano del Ebro, entre las 21 horas del 28 de febrero y las 9 horas del jueves 5 de marzo, alcanzando un pico máximo el pasado lunes con 74 metros cúbicos por segundo, en un periodo de tiempo en el que ha coincidido el desembalse con un fuerte desnieve en las cotas altas de la comarca. No obstante, el embalse ha cumplido su función de laminación para retener la riada.
Asimismo, desde la CHE explicaron a Vive Campoo que coincidieron varios factores para que a principios de semana el embalse registrase una capacidad próxima a su límite, establecido en 540,59 hectómetros cúbicos. Por un lado, el desnieve en la cuenca de Campoo de Yuso provoco que los arroyos de varias localidades aledañas al embalse vertieran una abundante cantidad del agua al mismo, a la que habría que añadir los 17 metros cúbicos por segundo de los cauces fluviales del Ebro, Híjar e Izarilla.
Ya en la zona de Valderredible, hay que sumar a la suelta en la presa del embalse, el agua procedente del río Polla, Mardancho y Panero, que han ocasionado un aumento considerable del caudal del Ebro a su paso por el municipio más meridional de Cantabria, pero que apenas ha registrados desperfectos.
Más nieve en la comarca que capacidad en el Pantano
Por otra parte, en el parte de nieve de la web oficial de la CHE se puede observar que aún quedan 48 hectómetros de nieve, mientras que el volumen actual del embalse es de 502 hectómetros cúbicos, siendo 540, 59 su capacidad máxima, lo cual refleja que, a día de hoy, hay más nieve sin fundir que la que puede contener el pantano. Una reserva de nieve que, comparada con el marzo del pasado año era de 16 hectómetros, es decir, una tercera parte de la cantidad actual, mientras que la media de los últimos 5 años por estas fechas era de 17 hectómetros.
Previsión de sueltas puntuales
Para evitar que el agua anegue las tierras regadas por el Ebro, y en vistas al volumen que registra el Pantano del Ebro, se prevén sueltas puntuales para aliviar la masa de agua, como las que ya se venían haciendo desde hace un mes (similares las que se efectúan en verano) y que rondan los 40 metros cúbicos por segundo, dato que cuando se supera puede considerarse extraordinario.
Aun así, recordaron desde la Confederación que las fechas más propensas a las riadas son las fechas comprendidas entre marzo y abril, cuando al fundido de la nieve por el aumento de temperaturas hay que añadir también las precipitaciones en forma de lluvia, y el volumen del agua de escorrentía que llega a los ríos y los embalses es mayor.
Incidencias leves en Valderredible
En el municipio cántabro por el que discurre el Ebro a lo largo de más kilómetros se han registrado pequeñas incidencias por el aumento del caudal del río. Principalmente en las zonas de recreo y los espacios habilitados para el baño, dada su proximidad al cauce fluvial, que se han anegado por completo.
Asimismo, en la zona limítrofe al este con Burgos también se han inundado puntualmente algunas carreteras y pistas que comunican Villota de Elines con San Martín de Elines y Villaescusa de Ebro, donde la cascada del Tobazo ofrece un aspecto espectacular.
La escorrentía también ha ocasionado algún argayo como el producido en dirección al puerto de Carrales y en la carretera de Aroco, que ha provocado el hundimiento de una parte de la carretera próximo a la intersección que da acceso al pueblo del Valdeprado del Río.
Además, algunas de las construcciones más próximas al río también se han anegado, pero no hay constancia de daños materiales y tampoco facilitados por ganaderos, como en alguna ocasión ya ha sucedido dada la vehemencia de la riada al arrastrar varios animales. 
