Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Actualidad | Reinosa

"El origen del problema está en los tres primeros metros debajo del suelo, en las infraestructuras municipales"

  • Los técnicos contratados por los vecinos del Quintanal y La Nevera expusieron las conclusiones de sus informes sobre las primeras catas

  • "Después de hacer las catas hemos observado que el agua discurría por la parte inferior del saneamiento"

El origen del problema "está en los tres primeros metros debajo del suelo", esa es la conclusión a la que han llegado tanto el arquitecto José Alberto Martínez Velasco como el geólogo Aureliano Fernández, contratados por los vecinos afectados de las calles Quintanal, La Nevera y Travesía de la Nevera a causa de los daños estructurales y grietas que han aparecido desde hace meses en sus inmuebles, y cuyo resultado de las catas realizadas durante la semana pasada expusieron públicamente el viernes 23 de junio en la Casa Cultura de Reinosa.

Una situación que está provocando un quebranto a los propietarios de estos edificios y que "cuanto más tiempo se deje sin resolver, más desperfectos habrá en las viviendas", alertó el arquitecto. La teoría la comparten la mayoría de los vecinos y sostienen que ha surgido a raíz de las obras que la Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Reinosa realizaron en 2015 con la intención de resolver los problemas derivados de las inundaciones que se producían en los bajos de los edificios.

Para Martínez Velasco, las causas están claras, y es que ellos propusieron realizar catas superficiales entre dos y tres metros de profundidad. A 30 centímetros ya encontraron en el Quintanal "zonas húmedas en superficie" y comprobaron que "el agua discurría por la zona inferior del saneamiento". Además, "hay que tener en cuenta que estamos en junio y ha sido un invierno muy seco", apostillo el arquitecto para dar consistencia a su argumento en referencia a la existencia de agua.

Con el fin de corroborar su hallazgo, después de varios días de catas que se iniciaron formalmente el martes, solicitaron al concejal de Obras la realización de una cata "crucial" el pasado jueves en la confluencia entre el Quintanal y Travesía la Nevera y a la que accedieron desde el Consistorio. Allí, "al bajar a 2,6 metros observamos perfectamente como el saneamiento perdía agua y residuos", aseguró. Un hecho que venía a refrendar el informe presentado en marzo de este año en el Ayuntamiento y donde se marcaba ese lugar como uno de los puntos del problema.

El dilema que se plantea es el siguiente: establecer si el origen del problema está en el subsuelo "una cuestión gelógica, sin responsabilidad por parte de la Administración", matizó el arquitecto, o si bien, como sostienen los técnicos contratos por los vecinos, si la causa "está en los tres primeros metros debajo el suelo, en las infraestructuras municipales".

A la espera de los sondeos

Por su parte, y con el objetivo de hallar la raíz del problema, señalaron los técnicos, la Consejería de Medio Ambiente optó por realizar unos sondeos (a partir de los 8 y 10 metros), pero esta actuación, que aportará información valiosa, no satisface del todo ni al arquitecto ni al geólogo, ya que ellos reiteran que el problema se encuentra en la superficie. No obstante, una vez concluyan los sondeos, ambos esperan disponer de los resultados para elaborar un estudio completo. "Sostenemos, pero nos falta la demostración absoluta -hay que actuar con la debida prudencia- que ahí está el origen y cada vez parece ser más claro", subrayó Martínez Velasco.

Durante el encuentro del viernes con los vecinos, los técnicos se valieron de unos esquemas para hacer más gráfica su intervención y, en esta ocasión, el geólogo descartó las tesis que defiende que las grietas se deben a causas naturales como la existencia de fangos o la erosión producida en los cimientos de las casas por los flujos naturales "porque, de haber sucedido, ya habría ocurrido hace decenas de años y no pueden producirse 50 años después de que estén construidas las casas", defendió.

En este sentido, Fernández, que lleva analizando el estado de las grietas desde 2015 a petición de un particular, y colocando durante un año seguido fisurómetros junto a las viviendas -el instrumento que permite observar su estado- sostiene que cada vez que viene a Reinosa ve como su tamaño va en aumento. Un hecho que también vinculó a las precipitaciones caídas y facilitadas desde la estación del embalse del Ebro -que se encuentra a ocho kilómetros de la zona afectada- que permiten comprobar "clarísimamente" que las grietas se abrían cada vez que llovía.

En la misma línea, puntualizó que cuando se abrieron las primeras calicatas bajo las aceras y la calle, observó cómo el envoltorio de las tuberías "estaba lavado", es decir, "una evidencia clara de que por ahí corre el agua y hay una pérdida en el saneamiento" que se aprecia "más cerca de las casas donde los niveles granulares están lavados".

Esta fuga, según el geólogo, se produce aguas arriba de la calle por algún lugar del saneamiento, cuyo punto exacto es "muy difícil de encontrar". No obstante, Fernández aseguró que durante estos días han visto "correr agua por fuera del tubo y eso es porque hay pérdidas", posiblemente a la altura de la rotonda de la Plaza de Libertad, donde puede contactar con los muros de las casas y discurrir por ellos, matizó. "Esto es lo que está ocurriendo, pero demostrarlo llevará tiempo y estamos a la espera de los sondeos y los informes encargos por el Ayuntamiento para reinterpretarlos", indicó el geólogo.