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Sociedad | Reinosa

Los nietos ‘cocinan sonrisas’ con los abuelos

El colegio San José realiza un proyecto de aprendizaje de servicio intergeneracional entre alumnos y usuarios de la Residencia San Francisco

Los alumnos de segundo de Primaria del Colegio San José-Niño Jesús están participando en el proyecto de aprendizaje servicio (APS) ‘Cocinando sonrisas', e"n el que los niños y abuelos establecen una estrecha relación de aprendizaje y cariño", subrayaron desde el centro.

El proyecto comenzó en el segundo trimestre y a lo largo de estos meses los niños han acudido con regularidad a la Residencia de Ancianos San Francisco de Reinosa para realizar actividades conjuntas, con el fin de elaborar entre todos un libro de recetas de cocina. Además, los propios abuelos de los estudiantes se desplazaron hasta las aulas para compartir con sus nietos una de sus recetas, e incluso se han desplazado a Retortillo para aprender a hacer morcillas de manos de dos "expertas abuelas".

Gracias a esta actividad, precisaron desde el colegio, los niños aprenden a ser competentes siendo útiles a los demás, haciendo un servicio, en este caso tan importante como escuchar, acompañar y aprender de los ancianos, porque proporciona a los niños la posibilidad de ponerse en su lugar y les enseña a aprender relacionándose con personas muy lejanas a su generación. Algo que no se puede dar desde un aula cerrada.

En cuanto al contenido del proyecto, explicaron que la decisión de hacer un libro de recetas obedece a que la buena alimentación es un tema de gran actualidad y la cocina está muy de moda en la televisión. Algo que influye en los alumnos ya que su naturaleza curiosa les anima a investigar y probar cosas nuevas. "Si con eso logramos que sean conscientes de lo importante de una buena alimentación y aplicarlo, habremos conseguido un objetivo muy importante para su vida. Y, si además lo hacen de la mano de la experiencia de los abuelos, el enriquecimiento está garantizado", subrayaron desde el San José.

Las diferencias entre "el antes" y "el ahora"

Utilizando el hilo conductor de la cocina y la elaboración de recetas de manera conjunta, los niños han ido aprendiendo de la vida de los ancianos y al mismo tiempo del pasado y las diferencias que existen entre el "antes" y el "ahora".

"Eramos conscientes de las diferencias entre las dos generaciones pero, esta relación está proporcionando al anciano la posibilidad de acercarse a los cambios vertiginosos que vivimos en nuestra sociedad, así como un ambiente más alegre y dinámico de la mano de los niños, y a los niños, les acerca a una realidad diferente a la que conocen en su día a día y les hace enriquecerse personalmente con todas las experiencias que están compartiendo, afianzando valores como la solidaridad, la responsabilidad, la gratitud, etc. Ambas partes se enriquecen: los niños se acercan a conocer la historia y la forma de vivir de otras generaciones, aprenden a adecuar su forma de comunicarse e interaccionar con ellos, mientras que los ancianos disfrutan de las nuevas actividades y de la compañía y comparten con ellos sus espacios, sus actividades, su identidad y en definitiva su experiencia y sabiduría. Todo esto por supuesto rodeado del cariño y la ternura que siempre existe entre un niño y un abuelo", explicaron desde el centro educativo.

Asimismo, al comienzo del programa, desde la Residencia tuvieron que animar a los ancianos para participar en las actividades pero, con el paso de las sesiones ya había 20 participantes y en la actualidad son el doble repartidos en dos salas. Por su parte, "los niños esperan deseosos que llegue el día en el que vamos a la Residencia y los ancianos nos esperan con ilusión y cariño; es enternecedor ver cómo se relacionan, se ayudan, se buscan, siempre desde el respeto y un cariño que, día a día va creciendo. Se han establecido lazos muy bonitos y es un verdadero privilegio participar y vivir esta experiencia".

De momento, los niños han puesto en práctica a lo largo de estos meses muchos de los conceptos trabajados en el aula y además han aprendido a relacionarse con personas de una generación muy lejana a la suya, a escucharles, a ayudarles, y lo han hecho con respeto, ilusión y cariño. Por último, desde el colegio agradecieron a todo el personal del centro asistencial su dedicación, junto a los que han trabajado "de manera coordinada semana tras semana y que nos han puesto las cosas muy fáciles y por supuesto muchísimas gracias a los abuelos por su cariño, su sabiduría y sus sonrisas".