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Los otros campurrianos | Campoo

'Más sabe el zorro por viejo que por zorro'

Zorro rojo (Vulpes vulpes). Fotos de Pablo Gómez y Jonathan Rodríguez.

Sección semanal sobre la fauna y la flora autóctona, por el biólogo Jonathan Rodríguez Ramiro

Amanece en Campoo, la sensación de soledad en estas mañanas de enero con la nieve y la helada por testigos lo inunda todo. Pasan los minutos y el sol asoma por encima del pantano cubriendo de rojo el cielo cuando a lo lejos y entre la nieve algo se mueve, es un zorro. Esta imagen recuerda a los documentales de la 2 y es que a veces las cosas pasan a escasos kilómetros de casa y no nos fijamos.

Olfatea aquí y allá dando vueltas a la misma zona hasta que se para, sus orejas han captado el movimiento bajo la capa blanca, fija la mirada y de un salto se clava en la nieve, poco después ya está desayunando un topillo. A lo largo de la mañana repetirá esta acción media docena de veces con suerte dispar mientras el sol hace brillar su pelo rojizo en contraste con el blanco reinante.

El zorro (Vulpes vulpes) es un carnívoro de la familia de los cánidos (a la que también pertenecen perros y lobos). En Campóo está presente en todos los tipos de hábitat, esta capacidad de adaptación a los cambios en el ambiente ha hecho que en ciudades como Madrid, Barcelona o Londres haya poblaciones estables.

Rastreador incansable, hace de esta actividad una forma eficiente de encontrar alimento. Si te detienes un poco y les observas, verás como no hay arbusto ni piedra de un prado por la que no pase. Puede volver sobre sus pasos una y otra vez hasta que consiguen su objetivo.

El zorro es un depredador facultativo, lo que significa que se aprovecha de la abundancia de alimento según la época, así en primavera y verano, con la explosión de vida en zonas como nuestra comarca, se aprovecha de micromamíferos (ratones, ratas, topillos...), insectos, huevos, pollos y en menor medida de crías de liebres, pudiendo predar sobre crías de corzo incluso. En otoño e invierno los micromamíferos siguen siendo la base de la alimentación aprovechando también la abundancia de frutos silvestres, carroñas y basuras de los núcleos urbanos.

Su ciclo reproductivo comienza en invierno con la entrada en celo de las hembras, así en los meses de Enero y Febrero los zorros lanzan sus lastimeros "chillidos" y se producen las cópulas tras las cuales la pareja se mantendrá unida todo el ciclo reproductivo. Después de 52 días de gestación nacerán en la zorrera las crías, cuyo número varía entre 1 y 10 (la media son 5) en función de la condición física de la hembra en el momento de la reproducción. La lactancia dura de 8 a 10 semanas tras la cual los individuos poco a poco se independizarán.

Este ciclo es extenuante para los adultos que han de proveer de alimento a las crías continuamente, así hace algunos unos años observé como una pareja de zorros aprendieron a "mendigar" comida a todos los visitantes veraniegos de Alto Campoo.

Bueno hasta aquí os cuento hoy de este habitante de nuestra comarca, un animal que no deja a nadie indiferente por su "inteligencia" y que inspiró muchos de los estudios de etología (ciencia que estudia el comportamiento animal) de Konrad Lorenz. Y es que 14 años que puede llegar a vivir un zorro dan para mucho.