Vodafone ha sido víctima de un robo el pasado lunes, el cuarto desde julio
Movistar ha sido objeto de los ladrones hasta en nueve ocasiones
La tienda de Vodafone en Reinosa ha sido objeto de un robo en la madrugada del pasado lunes, el cuarto que ha sufrido desde el verano pasado. En esta ocasión, forzaron la cerradura de la puerta y, ya en el interior del local, robaron hasta medio centenar de móviles, los que les interesaron por su valor. El de esta semana se suma al que tuvo lugar en julio del verano pasado y a los dos consecutivos de los que fueron víctima en septiembre. Cuatro robos desde su apertura en septiembre de 2010.
Por su parte, José María Torices, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Reinosa, denuncia la indefensión de los comercios ante los robos, "a pesar de que se diga que han descendido en la comarca".
Torices que es el gerente de la tienda Movistar en Reinosa precisa que han robado en su establecimiento hasta en nueve ocasiones. La última hace 20 días, en horario de atención al público cuando tres ladrones sustrajeron un móvil de alta gama valorado en unos 700 euros. El responsable del comercio los estaba atendiendo y justo en ese momento recibió una llamada de teléfono, entonces entró en la oficina para descolgar el teléfono y a la vuelta ya no estaban ni los interesados en el móvil, ni el móvil.
Los trabajadores de la tienda se dieron cuenta en el momento en que iban a cerrar un pedido para un cliente y no encontraban el teléfono, entonces atando cabos, decidieron observar la grabación de las cámaras de seguridad y, efectivamente, vieron con estupor como una de las tres personas robó el teléfono y al momento salieron rápidamente de la tienda corriendo por el callejón hacia la calle Mayor.
Hace tres años fueron víctima de dos robos en solo una semana. Comenta que ya no saben que más medidas pueden tomar para evitarlos. Paredes forradas de chapa después de un butrón en el que les robaron hasta 50 móviles, cámaras de seguridad, cristales blindados con sensores y recientemente han adquirido una cámara acorazada en la que aseguran los productos más valiosos.
Calcula que hayan invertido unos 4.000 euros en elementos de seguridad a los que habría que añadir otros tantos que ha costeado el seguro para colocar las lunas blindadas. Apunta que ante estos delitos no están cubiertos por su seguro porque este tipo de establecimientos están considerados de alto riesgo, similar a las joyerías, y que una póliza para cubrir el robo de sus productos sería desorbitada y muy superior al valor de los objetos.
Por otra parte, advierte del "sinsentido" de los robos en tiendas de telefonía porque los comerciantes, en el momento posterior al delito, pueden dar un aviso que inhabilita el teléfono y cancela la línea, además de que se puede realizar un seguimiento para dar con la persona que lo tiene en posesión. "Que se lo piensen bien antes de cometer un robo", aconseja.
Robos en todas las tiendas de telefonía.
En un punto tan significativo y transitado como es ‘la curva del Cañón' se encuentra la tienda de Orange, que tampoco se ha escapado de la zarpa de los amigos de lo ajeno. Fue en julio de 2013, apalancaron la puerta de madera y entraron. Una vez dentro, barra libre. Se llevaron todos los teléfonos de alta gama que había, sobre 40. Ni el lugar, ni las cámaras, ni los sensores de los cristales y tampoco la alarma tuvieron un efecto disuasorio sobre los ladrones.
Andrea Ruiz, dependiente en la tienda de la compañía Yoigo, comenta que estas navidades también fueron objeto de un hurto. Entraron varias personas al local y mientras unos de ellos le hacía una serie de preguntas, los demás sustrajeron varios accesorios que había expuestos: fundas, cargadores y manos libres.
Asimismo, señala que el comercio también está dotado de medidas de seguridad para evitar delitos: cámaras de vigilancia, alarmas o cristales con sensor sísmico. En esta caso y comparado al resto de establecimientos, fueron los que sufrieron un daño menor.
Sanciones "más duras".
El presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Reinosa pide "más dureza en las sanciones de los infractores, que no entren por una puerta y salgan por otra". El pasado lunes acudió al juicio de un robo del que fue víctima en 2009 y comenta que el dictamen recogía que al ser menores en el momento de cometer el delito no era competencia del Juzgado de Santander.
Aun así, no se refiere tanto a un problema de vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad, como a la impunidad con la que salen los infractores después de cometer los robos y los hurtos, en algunos casos amparándose en que son menores de edad cuando lo cometen y entonces ya no es competencia del juzgado ordinario, sino que debe hacerse cargo el de menores.
De hecho, valora positivamente el servicio de la Policía Local para conectar directamente las alarmas de las tiendas a los móviles de los agentes para ganar en eficacia y ahorrar tiempo para llegar al lugar de los hechos.
