La Guardia Civil de Cantabria, con la colaboración de una fundición de la región, ha procedido en el día de hoy a la destrucción de 1.320 armas de fuego, blancas, prohibidas, simuladas, etc, alcanzando todas ellas las casi 4 toneladas de peso.
Este proceso de destrucción mediante el fundido de las mismas, se corresponde con armas procedentes de expedientes resueltos en el último año de resoluciones judiciales o administrativas, entrega de particulares por caducidad de licencias, no adjudicadas en el proceso de subasta o del control de armas de fuego inutilizadas.
De las 1.320 armas que finalmente han sido achatarradas, 816 son armas de fuego, de las cuales 616 son consideradas como largas (rifles, escopetas, avancarga, carabinas, etc) y 200 como cortas (pistolas y revólveres).
Otras 504 armas destruidas corresponden a las denominadas como blancas, prohibidas, detonadoras, de aire comprimido, simuladas y fusiles de pesca submarina.