Una familia de Fresno del Río, de la que forma parte el joven Chema Torices, lleva varios días triste y angustiada por la situación de sus animales de compañía, dos perros: Zar, un pastor vasco y Bela, una labradora. "Ambos solían salir de casa juntos y recorrían los prados y fincas cercanas a la localidad", pero según explica Torices, el pasado jueves desaparecieron y pasó mucho tiempo hasta que sus dueños pudieron conocer algo de su paradero. "Zar regresó a casa, pero nos percatamos que tenía un agujero en la piel. Mi padre llamó al veterinario, que confirmó que tenía además un segundo agujero en el costado opuesto y que se debían a impactos de balines", explica el joven campurriano, que además narra con tristeza la muerte del animal: "No pudo resistir más, estaba destrozado por dentro, y murió en el jardín que había sido siempre su casa".
"Nuestra otra perra, Bela, aún no ha aparecido, pero nos tememos que su destino ha sido el mismo o aún peor, ya que estos dos perros siempre iban juntos", se lamenta Torices, que hace un llamamiento a todas las personas que tengan alguna pista sobre su paradero o sobre lo ocurrido, para que informen a los propietarios.
Según reconoce la familia, los hechos ya han sido denunciados ante la Guardia Civil y comunicados al Seprona y a instituciones como Pacma.
