Aunque pueda parecer sorprendente, en el año 2015 el 1% de los autobuses, el 4% de los camiones y el 9% de las furgonetas implicados en un siniestro en vías interurbanas conllevando, además, víctimas, no habían pasado la ITV a tiempo. Es por ello que la DGT ha decidido implantar una campaña (no temporal, sino permanente) por la que cinco unidades móviles de ITV llevarán a cabo 12.000 inspecciones cada año a estas tres clases de vehículos.
Para poder realizar estas inspecciones, que resultan más completas y complejas que las de los turismos, cada una de estas ITV móviles contará con una báscula de 18 toneladas por eje, un sistema de medición de frenado, otro para el análisis de emisiones de gases y uno más para la detección de holguras en la suspensión y la dirección del vehículo, cámara termográfica, medidor de faros especial...
Cuando un camión, un autobús o una furgoneta se topen con alguna de estas ITV móviles, será la Guardia Civil quien los detenga y los obligue a pasar por las correspondientes pruebas, que realizará personal cualificado para este fin, independientemente de si su ITV se encuentra o no vigente.
Si la furgoneta, el camión o el autobús mostraran carencias en su mantenimiento, su conductor puede enfrentarse a una multa de entre 200 y 500 euros e, incluso, a la inmovilización del vehículo, dependiendo del grado de gravedad de la deficiencia.
