El luchador de artes marciales Alejandro García comenzó, con tan sólo cuatro años, a entrenar en el Club Menesiano. Unos inicios que le motivaron a estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en León. "Durante los cuatro años de carrera conocí el Kick Boxing, el MMA y el Jiu-jitsu brasiñeño", declara, "además, conseguí el segundo Dan de Judo". Este currículo deportivo le ha conducido a formar parte del Club de Lucha Esparta, con el que el pasado 31 de marzo se ha proclamado campeón de España de la modalidad Combat Sambo -74kg en el Centro de Alto Rendimiento de Consejo Superior de Deportes de Madrid.
¿Es el sambo un deporte conocido?
No tanto como me gustaría. En España se entrena desde hace 40 años, en cambio, en los países del este, exactamente en los antiguos estados de la Unión Soviética, es histórico. De hecho, es un arte marcial de origen ruso que practicaban los militares como entrenamiento y como sistema de autodefensa. La finalidad es llevar la espalda del oponente al suelo, es decir, conseguir el derribo para puntuar.
No obstante, usted ha ganado en combat sambo
Esta modalidad tiene uno de los reglamentos más permisivos de las artes marciales, y es que, admite el golpeo con puños, piernas, rodillas, codos e incluso con la cabeza. El estilo del enfrentamiento es totalmente diferente al del sambo.
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El pasado 31 de marzo se ha convertido en campeón de España de -74 kg, ¿cómo trascurrió la competición?
Durante los primeros minutos del último combate mi contrincante, Manuel Mariscal, consiguió dos puntos. Este marcador se mantuvo hasta el segundo cuarenta, cuando le hice una proyección de cuatro. Ante esta circunstancia su reacción se resumió en atacar con cierta desesperación. Únicamente aumentó en uno su puntuación. Pero no le sirvió de nada. Acabamos 4-3.
¿Cómo era su estrategia?
Intentaba buscar el derribo, en el suelo tengo buena formación. No acostumbro a dar muchos golpes, pero cuando los lanzo tienen mucha determinación, hacen daño. Pero sobre todo destaco cuando mi contrincante está en el suelo, al atacar desde arriba, se llama ground pound. Esa ha sido la clave para conseguir el Nacional. Mariscal tenía la intención de trabajar en el suelo, es experto en llaves de piernas y luxaciones de rodillas y tobillos. En ese momento no lo dudé, si entraba en su juego me ganaría, entonces, le anulé con el golpeo.
Emocionalmente, ¿cómo se sentía?
Estaba ansioso, la noche anterior me había costado dormir, sabía que tenía bastantes opciones de resultar vencedor. Había entrenado mucho. De hecho, tres días antes del encuentro soñé que ganaba el nacional. Esto no quiere decir que sea maniático o supersticioso. La suerte no existe, aunque puedan suceder cosas que no dependan de uno mismo, son muy pocas. Creo en el trabajo duro por encima de todo.
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¿Y en la persistencia?
Por supuesto, siempre lo intento hasta el final. En esta lucha, por ejemplo, he cometido errores que normalmente no realizo en las clases. Y no me preocupa reconocerlo, hacerlo es el primer paso para mejorar.
¿Cómo son sus sesiones de entrenamiento?
El sistema con el que nos enseña nuestro entrenador, Tomás Ramos, en el Club de Lucha Esparta lo abarca todo. La base es la lucha libre con el MMA (Artes Marciales Mixtas). Gracias a ello he conseguido este reconocimiento. Con ella sólo obtenemos el beneficio de practicarla.
¿Se refiere a una circunstancia concreta?
No nos dan ninguna recompensa económica, es un deporte minoritario.
En realidad, sucede con casi todos
Si bueno, con unos más que con otros. Nosotros recibimos una subvención anual a nivel de club, pero con la cantidad de competiciones que hacemos se nos queda en nada. En la actualidad, soy campeón de España de una modalidad de la que no tengo material, me lo han tenido que prestar.
El 20 de mayo se presentará al Campeonato de Europa
Mi objetivo, lógicamente, es ir a por lo más alto. Unas semanas antes nos concentraremos con la Selección Española, encabezada por Tomás, nuestro entrenador. Iremos al Centro de Alto Rendimiento de Madrid.
¿Siente que la comarca campurriana le valora como luchador?
Mucho, pero siento un descontento generalizado por el poco protagonismo que reciben las artes marciales en este país. Si pregunto qué es el sambo, no me contestan prácticamente ni mis amigos. Y lo entiendo. Aun así he notado una mejoría. Antes era impensable conocer a alguien que supiera quien es Connor McGregor, ahora sí.
