Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

El Parlamento en Campoo

“Los ciudadanos están hartos, ya no es cuestión de discurso sino de hechos”

“Los ciudadanos están hartos, ya no es cuestión de discurso sino de hechos”
  • “Lo de salvadores de la patria no me lo creo para nada porque ya viví una dictadura que también me hablaba de lo mismo”

  • “Hemos sido transparentes activamente, no a remolque”

  • José Antonio Cagigas, presidente del Parlamento de Cantabria

El presidente del Parlamento de Cantabria, José Antonio Cagigas, nos concede una entrevista en la que repasa su trayectoria política, nos habla de abrir cauces de participación a la ciudadanía, de transparencia y de cerrar una etapa. También de no creerse "salvadores de la patria", de corrupción, de adelgazar a la adminsitración y nos explica de qué se habla en el Parlamento cuando se habla de Campoo.

- ¿Cómo es su día a día como presidente del Parlamento de Cantabria?

- Son días distintos a lo largo de la semana aunque luego se repiten. Empiezan el lunes con la preparación del pleno que comienza a las cuatro de la tarde y se prolonga unas cinco horas. El resto de los días hay que realizar la gestión del Parlamento, la parte económica, funcionariado, administración parlamentaria, etc. que le corresponde a la presidencia. Por otro lado, también actividades como atender a los medios, participar en actos oficiales, actividades culturales y por supuesto impulsar el trabajo que se desarrolla en el conjunto del Parlamento.

Al mismo tiempo que preparar los debates, la tramitación de varias leyes, organizar calendarios y fijar cuando se reúnen las comisiones, el orden del día de las mesas...Funciones del presidente como también los son dirimir o resolver los conflictos que se desarrollan en los debates diarios.

- En su discurso de investidura habló de tres objetivos principales para su presidencia: transparencia, austeridad y cercanía. En cuanto a la primera, se les ha reconocido como el parlamento más transparente de España, ¿se ha logrado el objetivo de igual manera para las otras dos?

- Una evaluación externa ha dicho que somos el parlamento más transparente del país, ahora que hay muchas polémicas sobre si se debe comunicar determinada información o no en los diferentes parlamentos. Simplemente decir que en el de Cantabria se adoptaron todas esas medidas cuando no había ninguna polémica. Fuimos transparentes activamente, no a remolque. Hay que hacerlo porque uno tiene la convicción de que es absolutamente necesario para que las cosas funcionen bien y evitar cualquier caso de corrupción.

Estoy convencido de que si todos fuesen absolutamente transparentes, sin opacidades, evidentemente se habría eliminado la corrupción de la que hoy tanto se habla. Nosotros lo hemos practicado y es demostrable a través de nuestra web y está comprobado por una agencia internacional.

La segunda cuestión de la austeridad también se puede comprobar perfectamente. Cuando llegamos nosotros el Parlamento tenía un presupuesto prácticamente de 9 millones, y ahora para 2015 vamos tener menos de 7 millones (6. 990.000 euros).

Esto quiere decir que estamos haciendo lo mismo, diría que más, con menos. Hemos mejorado y dado pasos no solo en transparencia y gestión económica, sino también para posibilitar que los ciudadanos participen más. Por ejemplo a través de herramientas como Parlamento Abierto o redes sociales; pasos de transparencia en todos los niveles.

Con estas medidas hemos tenido que ampliar herramientas e invertir en ellas. Con dos millones de euros menos estamos haciendo más de lo que se hacía: más exposiciones, más actividades culturales e inclusive en los puestos de funcionamiento hemos realizado un convenio para apoyar la investigación y difundir la ciencia. Cuestiones que antes no se realizaban y las hacemos manteniendo el presupuesto por debajo de 7 millones de euros, con lo cual la austeridad también es evidente.

Para el gasto corriente se destinaban 4 millones de euros de euros y ahora no llegamos a los 2 millones, menos de la mitad. Los sueldos siguen siendo los mismos porque están congelados, salvo algunos funcionarios que cobran un poco más porque van cumpliendo trienios. Los políticos siguen cobrando lo que cobraban. El ajuste también ha sido evidente en el gasto corriente.

 

(José Antonio Cagigas delante de una obra del artista campurriano Celestino Cuevas).

En cuanto a la tercera cuestión de la cercanía...Me parece que todavía tiene recorrido, pero no depende del Parlamento solamente. Para conseguirla hay que ponerse en disposición y no solo nosotros, también los ciudadanos para aproximarse a la institución. Es un trabajo lento, pero a través de Parlamento Abierto los ciudadanos pueden participar en todas las leyes opinando y haciendo sugerencias. Aun así, tenemos que reconocer que no está dando los resultados esperados porque no hay propuestas.

Recientemente hemos aprobado dos leyes, una relacionada con el transporte de viajeros y otra sobre el abastecimiento de agua para las que no se hay registrado ninguna propuesta. Damos la posibilidad, sé que cuesta y es difícil, pero también es muy fácil criticar a través de ‘tuit' o en una tertulia de bar y decir que se tiene soluciones a todos los problemas.

No nos hemos planteado que en esta legislatura quedase resuelto. Es un camino que hay que ir recorriendo pero hemos dado pasos muy significativos. Hay que incidir en esa mayor participación de los ciudadanos y esa cercanía.

Aquí recibimos de forma inmediata a todo el que viene, sin listas de espera, y si no es en la misma semana a la siguiente. Creo que hemos cumplido más que suficiente los objetivos del discurso de toma de posesión que realicé en 2011.

- ¿Reduciría el número de diputados y eliminaría los aforamientos?

- Desde mi punto de vista es posible todavía reducir aún más el número de diputados. Este parlamento ya acordó que el número de diputados baje de 39 a 35. ¿Por qué no menos? Porque el Estatuto de Autonomía fija que puede oscilar entre los 35 y 45 parlamentarios. La Ley Electoral es la única que se puede modificar por mayoría absoluta y cambiar el número pero dentro de esos márgenes. Para reducirlo aún más hay que modificar el estatuto y para ello es necesaria una mayoría de tres quintos de la cámara que el Partido Popular no dispone.
En cuanto a los aforados soy partidario de que ningún diputado sea aforado, como todos los ciudadanos.

- ¿También adelgazaría la administración local?

- Creo que todas las administraciones públicas deben reducirse. No soy partidario de hacer cambios radicales en la estructura del Estado. Creo que hay que mejorar desde el punto de vista del Senado o comunidades autónomas con fórmulas que encajen.
Creo que es absolutamente necesario dar un retoque al Título 8 de la Constitución (Organización Territorial del Estado), pero no eliminar comunidades autónomas ni decisiones por el estilo. Creo que han cumplido su función. Se trata de aplicar un funcionamiento eficiente, reduciría los cargos públicos a los justos y adecuados.

Me parece que hay un número excesivo en los ayuntamientos, por supuesto también donde hay diputaciones y en las comunidades autónomas, donde creo que existe todavía una capacidad mayor de adelgazamiento. Yo diría: pocos, honrados, trabajadores y bien pagados. Eso sería lo mejor para el país.

- ¿Ve compatible que los alcaldes sean diputados?

- Es una opción de cada partido. La nuestra es una comunidad muy pequeña y no es comparable con otras como Andalucía, Cataluña o Castilla y León. Aquí un alcalde de Campoo puede estar en Santander en tres cuartos de hora y puede compaginar perfectamente ambos trabajos.

Evidentemente sobre la base que planteo hay menos diputados y tendrían más carga de dedicación. Habría menos duplicidades y es factible esta estructura. Creo que no conlleva ningún problema en que sean alcaldes y diputados a la vez.

-¿Considera que los parlamentarios conocen bien Cantabria?

-Dependerá de cada uno. Siempre es mejorable, pero me consta que cada diputado, y en los plenos se puede comprobar, siguen los problemas de las distintas zonas de Cantabria. Cuando hay conflictos laborales o sindicales se debaten en el pleno y eso quiere decir que son conscientes de esas realidades.

Se habla continuamente de la pobreza y las dificultades, cuando una empresa presenta un ERE o cuando los trabajadores se quedan sin trabajo. En un pueblo en el que no se dan estas situaciones tampoco es necesario que el diputado esté allí continuamente. Debe acudir donde haya preocupaciones y demandas y que ellos conozcan y analicen los problemas que se plantean para buscarlos soluciones. No solo detectarlos sino resolverlos.

- De qué se habla en el Parlamento cuando se menciona Campoo?

- En los últimos plenos no se han abordado cuestiones concretas, pero sobre todo se habla de lo relacionado con ruralidad, de servicios de sanidad, educación...Que realmente se llegue a todos los rincones de Cantabria con el estado de bienestar.

Porque Campoo es una zona dispersa y se plantea que haya servicios para todas las personas independientemente donde vivan. Para una persona de Campoo de Yuso siempre será más costoso que su hijo vaya a la universidad que uno de Santander...Ese tipo de cuestiones se plantean.

- ¿En qué variará la Ley de Presupuestos para 2015?

- Evidentemente tiene dos características importantes. Ya se ha pasado la época de los ajustes y recortes. Estamos en crecimiento en 2014 (alrededor del 1,3 por ciento) y hemos dejado la recesión. El año que viene se prevé un crecimiento superior cercano al 2 por ciento, que ya contemplan los presupuestos. Y si crecemos económicamente algo más de empleo tendremos, que es la cuestión fundamental. Porque lo que importa a los ciudadanos es que haya más empleo.

Y la segunda cuestión es que se podrán reducir impuestos como consecuencia de lo anterior. En 2015 se bajarán todavía más a consecuencia de que la recaudación irá mejor y nos permitirá reducirlos un poco. La gente tendrá más dinero en su bolsillo y aumentará un poco más el consumo.

En una economía como la nuestra, que depende en gran escala del consumo de los ciudadanos, posibilitará que vayamos saliendo de esta crisis. Desde luego no hemos salido. No se puede decir, y no lo diré nunca, mientras estemos en estos índices de paro.

- En base a los datos que se desprenden de las recientes encuestas sobre intención de voto para las próximas elecciones de mayo ¿de qué color ve el arco parlamentario dentro de medio año?

- Las encuestas dicen lo que dicen. Yo no sé hasta qué punto son o no fiables. Hay que tener en cuenta que antes de las europeas no se enteraban de que existía Podemos. Ahora igual resulta que lo están valorando en exceso, no lo sabemos. Son encuestas obtenidas en un momento concreto. Es muy difícil anticipar lo que va a suceder dentro de seis meses porque en política seis meses es un mundo; lo que hoy es noticia mañana nadie se acuerda de ello.

Sí parece que pueda haber cambios y mayores dificultades para que mantengan sus votos los partidos que han estado anteriormente. Puede ocurrir alguna pérdida de diputados que puede afectar a unos y otros si aparecen fuerzas nuevas, pero vamos a ver lo que da de si esa fuerza nueva, porque ya hoy parece que uno de ellos tiene las mismas prácticas que los que ellos llaman ‘casta'.

Cobrar una beca y no estar trabajando es corrupción pura y dura. Hay que decirlo y ser objetivos. Yo critico la corrupción sea en el PP o en el PSOE y desde luego nadie me va a quitar un ápice para criticar la corrupción que se da en Podemos. Y tienen a uno de sus dirigentes que está practicando la corrupción pura y dura; cobrar un sueldo y no aparecer por el despacho, y no solo eso, sino no hacer nada.

A los ciudadanos hay que explicarles que eso también hay que corregirlo. Y desde luego lo de salvadores de la patria, yo, que ya tengo bastantes años, no me lo creo para nada porque ya viví en los primeros años de mi vida en una dictadura que también me hablaba de salvadores de la patria.

Entonces no me los creo nada de nada. Prefiero aquellos que se equivocan, que se los puede corregir o echar, a aquellos que dicen que van a hacer la salvación y arreglar el mundo entero. De esos me fío todavía menos. Así que vamos a ver, todo el mundo tendrá que poner sus programas encima de la mesa y los partidos tradicionales -por llamarlos de alguna forma- deberán hacer política y decir las cosas tal y como creo que yo las digo y tomar las medidas que tienen que tomar. En este caso PP, PSOE y PRC y no ser condescendientes con situaciones en las que no hay que serlo. Ser absolutamente transparentes y espabilar, que es lo que les piden los ciudadanos.

Y si lo hacen y si los que vienen nuevos, que parece que ya viene con prácticas análogas de los que denuncian...vamos a ver lo que da de sí el 24 de mayo...

- ¿Los imputados fuera de las listas?

- Aquí hay un debate sobre cuándo deben estar fuera o dentro. Creo que cualquier imputado, en el momento de serlo, debe estar fuera de las listas. Los partidos deben tomar medidas claras en ese aspecto. Puede darse el caso de estar imputado y luego no estarlo, entonces a esa persona el partido le debe ofrecer la posibilidad de volver a la política de forma inmediata. Pero al principio decirle: estás imputado, tú te debes defender. Si va a un juicio y se sienta en un banquillo esa persona no debe ocupar el cargo mientras dure ese proceso. Creo que es absolutamente necesario que sea así, pero al mismo tiempo, si no es condenada hay que recuperarla de forma inmediata porque si no es totalmente injusto. Creo que lo justo es lo primero y también lo segundo y aplicarlo. Que todo el mundo tenga claras ambas cuestiones.

- Cuando asumió su cargo actual recordó que los políticos eran el tercer problema para la ciudadanía, desde luego la concepción actual no ha mejorado...

- Lejos de haber mejorado ha empeorado. Eso lo dije hace más de tres años y medio, cuando ya se detectaba un problema con la clase política, y los políticos tienen que ser la solución no el problema. Es como si una empresa detecta que el problema son los directivos, entonces el consejo de administración los echará y nombrará a otros. Pero las empresas siempre piensan que el directivo va a ser la solución para sacarlas adelante y la sociedad tiene que pensar que la clase política aportará soluciones para salir.

Desgraciadamente en esta legislatura hemos llegado a la conclusión de que en lugar de corregir el problema la percepción ha empeorado. Los ciudadanos están hartos, han perdido la confianza en lo que decimos todos y por lo tanto ya no es una cuestión de discurso sino de hechos.

Por eso me remito a lo que hemos hablado al principio. Este parlamento, sabiendo lo que ya existía en 2011 tomó medidas pero no nos acompañaron todos. Desde mi punto de vista otras administraciones tenían que haber actuado de la forma en que lo hicimos nosotros, y si todos hubiesen aplicado estas medidas, aun pudiendo salir casos de corrupción de años anteriores, nos hubiésemos defendido mucho mejor y la ciudadanía apreciaría que estamos en un periodo de cambio; de reconocimiento de errores pasados y de toma de medidas para que no vuelva a suceder.


- Ha comentado que ser el presidente del Parlamento de Cantabria es un buen colofón a su carrera política, ¿dónde se ve dentro de medio año?

- No lo sé aún. No será como presidente del Parlamento. Es una fase de mi vida y ya tengo mis años, con cosas hechas y todavía otras por hacer, y no necesariamente dentro de la política. Puede que esté dentro o fuera pero estoy seguro que no me voy a aburrir. En 2015 se cumplirán veinte años de mi entrada más directa en política y es una cifra considerable. Es un momento adecuado para pensar en hacer otras cosas

- Qué representa para usted ser el presidente del Parlamento de Cantabria?

- Es un poco la continuación de muchos cargos y he tenido la suerte de estar en sitios muy distintos. Cuando estas 10 o 15 años en el mismo sitio es aburrido y te agotas, pero cuando cambias parece que es empezar otra vez de nuevo. He sido director provincial de Educación; director general en Madrid, otro mundo distinto en la administración central; luego consejero en la administración autonómica, con una visión también distinta desde un gobierno regional; después ocho años en la oposición, donde he formado parte de la mesa del parlamento; y finalmente he terminado siendo su presidente...Me parece un recorrido muy amplio de todo lo que he hecho a la largo de estos años.