El Servicio de Rescate y Salvamento con Helicóptero del Gobierno regional ha sido homenajeado coincidiendo con su XXV Aniversario, en un evento celebrado en el Palacio de Festivales y en el que se ha calificado a sus profesionales como "héroes anónimos" y "ángeles de la guarda". Según ha explicado la consejera de Presidencia y Justicia, Leticia Díaz, se trata del único servicio en España, que con una única aeronave, presta servicio "los 365 días del año, las 24 horas del día", y un pionero a nivel nacional.
En la conmemoración del XXV aniversario del Servicio, se ha querido hacer un reconocimiento especial a los trabajadores que actualmente integran el Servicio, pero también a los que fueron parte del mismo en el pasado y sumaron esfuerzos y talento al proyecto.
En un evento al que también han asistido el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, el coronel jefe de la Guardia Civil, Justo Chamorro; el inspector jefe de la Policía Nacional, Javier Peña; el comandante naval, Enrique Liniers; la consejera de Ganadería, Blanca Martínez, y el director de Protección Civil, Luis Sañudo; así como numerosos alcaldes de la región, la consejera de Presidencia y Justicia ha recordado que en estos 25 años de andadura del Servicio de Rescate y Salvamento con Helicóptero del Gobierno regional se ha asistido a centenares de heridos y personas en peligro, se ha colaborado con el transporte de órganos para trasplante y se ha auxiliado a víctimas de accidentes de diversa índole.
El equipo de Rescate y Salvamento del Helicóptero ha socorrido a personas que se encontraban en apuros en la mar y en las montañas y ha participado en la extinción de incendios y en otras catástrofes, como las inundaciones, entre otras muchas misiones. "Se trata de un acto de justicia en el que se reconoce el especial cometido de estos profesionales, y su valentía en el trabajo, con el objetivo de que otros vivan", ha subrayado Díaz.
El acto ha servido para hacer un repaso a la trayectoria de un Servicio que fue pionero, hace 25 años, con el empleo de una aeronave muy versátil a la hora de afrontar distintos tipos de actuaciones y emergencias. En el evento se ha reconocido y homenajeado la trayectoria profesional de más de una veintena de colectivos implicados en la resolución de las emergencias en Cantabria, así como un homenaje a aquellos profesionales que han prestado más de 25 años de servicio, y a aquellos ya fallecidos.
Entre los colectivos reconocidos se encuentran el GREIM, Salvamento Marítimo, Cruz Roja del Mar, la Armada, Protección Civil de Santander, la Fundación de Emergencias FORE MER, la Federación Cántabra de Socorrismo, la Escuela Naútico-Pesquera, el 061, la Unidad de Transplantes de Valdecilla, los Facultativos Sanitarios, los Bomberos del 112, los geólogos de la UC, la Guardia Civil de Tráfico, el Seprona, la Guardia Civil, la UME, la Federación Cántabra de Municipios, el personal del aeropuerto de Parayas, el 112, el Grupo de Vigilancia de la AEMET, la Asociación de Espeleólogos de Ramales, el Grupo de Perros de Rescate, el personal de la Estación de Esquí de Alto Campoo, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, así como 35 Agrupaciones de Voluntarios de toda Cantabria.
El equipo del Servicio aéreo
Los miembros de la tripulación que forman parte de la base -25 años después de su creación- son los rescatadores Miguel Gómez, Javier Allende, Javier Odriozola y Javier Gómez; los pilotos Francisco Gutiérrez, Arsenio Crespo, Pedro Miguel Zubizarreta y Alvaro Cúbeles; los mecanicos gruistas José Antonio Gualda y Manuel Herrerías, y el responsable de la base Juan Carlos Ibrain. Además, el equipo médico actual aportado por la empresa MEDAS, contratada por el Gobierno, está formado por Irena Tkatchuk, Luis Campos, Manuel González, Fernando Silva, Oleg Pobutsky, Veaceslav Griza, Juan Urosa, Isabel Incera y J.M. González.
A finales de 1988, la entonces empresa Helicsa (hoy Inaer) comenzó en Cantabria el servicio de Protección Civil con un helicóptero Sikorsky S-58, modificado y dotado con dos turbinas Pratt & Whitney. Un año después, fue la empresa Tavasa (hoy también Inaer) quien asumió las operaciones y se encargó de la adquisición de un helicóptero Sikorsky S76 A+, que entró en servicio en 1989.
La Base de Santander se convirtió en la más antigua y la única con una variedad de misiones tal, que cubría todas las necesidades de la región competencia del Gobierno de Cantabria, 24 horas y 365 días al año.
El 19 de Octubre de 2010, el S76 realizó su último vuelo y fue sustituido por un Bell 412EP, propiedad de Inaer, que ha continuado el camino abierto por el viejo y querido S-76 A+ EC-ERY, después de 31 años de servicio.
