Con la presencia de millares de romeros se celebra, el miércoles, día 5, la fiesta municipal de la Hermandad de Campoo de Suso, en honor de su patrona Nuestra Señora de Labra. Según el regidor municipal, Pedro Luis Gutiérrez, se espera como en años anteriores que la campa de Las Nieves, adquirida por el Consistorio en el año 1992, se llene de romeros junto con la presencia de autoridades regionales y comarcales. El Obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge presidirá la Eucaristía, conmemorando el cuatrocientos aniversario de la aparición de la imagen de la Virgen en las brañas de Cuesta Labra.
Los actos comienzan la noche del sábado, a partir de las 24 horas, con una verbena amenizada por la orquesta Cañón y la Macrodiscoteca Palace.
La misa del miércoles, en honor a Nuestra Señora de Labra, se celebrará a las 12 horas y será cantada por la Ronda El Liguerucu, con la procesión con la imagen de la patrona al finalizar la misa. A las 14,30 horas comenzará la degustación de la tradicional paella (solamente se servirá en platos facilitados por la Organización).
Por la tarde, sobre las 16 horas, hinchables para los pequeños y, media hora más tarde se rezará el rosario. A partir de las 17,30 horas, partido de fútbol entre una selección de Campoo de Suso y el Club Deportivo Naval. Sobre las 18,30 horas está organizada una exhibición de folclore campurriano y, sobre las 20 horas para cerrar la fiesta, romería verbena amenizada por la orquesta Casting.
La Virgen de Labra
La devoción a la Virgen data del siglo XVII, cuando en 1615, un pastor de ovejas natural de La Rioja, Justo Bazo, encontró una imagen de Nuestra Señora de Labra en los puertos de Híjer, construyendo más tarde una ermita en la zona de Cuesta Labra.
Por problemas de acceso y la reparación anual de la ermita, la trasladaron a la "Braña o Prao Domingo" existiendo entonces ya una cofradía que el Papa Urbano XVIII les concedió gracias especiales, según la gula pontificia de 1624. En el año 1834 se transportó la imagen al Santuario de San Miguel en Soma Celada, llamado desde entonces ermita de Nuestra Señora de Labra.
