Después de terminar su formación académica en Copenhague, el compositor campurriano Hugo Selles regresó a Cantabria. "Quería crear canciones que no estuvieran relacionadas, únicamente, con la música clásica", revela. Una intención que le ha conducido a producir cuatro discos: uno con el Dúo Otero, dos con su banda Psychic Equalizer y otro más con sus improvisaciones. El 25 de mayo actuará en el Castillo de Argüeso.
¿Dónde transcurrió su infancia?
En la localidad Suano. De hecho, comencé mi formación musical en una de las sedes del Conservatorio de Reinosa, que anteriormente se ubicaba en el Colegio Menor, donde cursé los cuatro años del ciclo elemental. Me marché a los 16.
Pero no fue hasta el 2017 cuando terminó su formación en Copenhague
En la ciudad danesa realicé un Máster en Interpretación Pianística y Pedagogía, además de la Clase Solista, un estudio centrado exclusivamente en el repertorio clásico moderno. Sinceramente, esta ha sido una de las mejores decisiones que he tomado a lo largo de mi carrera profesional, debido al valor que recibe la enseñanza musical en Dinamarca. En verdad, en los primeros cinco meses de residencia di más conciertos que en los cuatro años de enseñanza en el Centro Superior de Música del País Vasco. No exagero. Cuando regresé a Santander, hace un año, ya tocaba la sonata de Bartok, una obra clásica conocida por su dificultad.
¿Organizaba, simultáneamente, actuaciones personales?
Claro, del mismo modo que me centraba en la elaboración de mi primer disco con Psychic Equalizer llamado 'Memories From A Cold Place'. Este álbum está inspirado en los momentos vividos en la comarca campurriana. Es una fusión de varios estilos como el rock o la música ambiental.
¿Cómo ha evolucionado la marca de Psychic Equalizer?
Ha pasado de tener un solo integrante -yo mismo- a ser una banda de cinco músicos de diversas nacionalidades y tendencias musicales. Una formación compuesta por la cantante India Hooi, el virtuoso guitarrista Carlos Barragán, el batería Monten Skøtt, y el pianista Adrián Ubiaga. La situación es bastante complicada porque dos de ellos viven en Barcelona y los otros dos en Copenhague.
¿Cómo concibe su carrera musical en cuanto al sonido?
Cuando terminé mi formación en el Centro Superior de Música del País Vasco, reconocí mi necesidad de no centrarme exclusivamente en lo clásico, así como de crear canciones de más estilos musicales como el jazz o el rock. En mi adolescencia escuchaba mucho a Pink Floyd. Ahora, aunque mi formación se centre en la música clásica no me rindo, mantengo una actitud de trabajo constante.
En consecuencia, se encuentra inmerso en varios proyectos
Sí, ahora mismo interpreto la música de la obra de teatro Novecento y de las actuaciones de la compañía de danza Alerto Pineda. Con ellos colaboro de manera habitual. Recientemente hemos presentado en el Palacio de Festivales de Santander una mini obra que combina la danza con la música contemporánea del compositor Juanjo Mier. Está orientada a los niños.
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Además, este año va a sacar cuatro trabajos
Dentro de un mes estrenaré un disco de música clásica con el Dúo Otero. 'Rapsodia sobre temas cántabros' es la canción más característica. Para desarrollarla hemos seleccionado temas del folclore cántabro, como 'A la Orilluca del Ebro', y los hemos adaptado al lenguaje clásico. El 25 de mayo tocaremos en el Castillo de Argüeso.
Dos de ellos los sacará con la banda Psychic Equalize
El disco, que se estrenará el 16 de septiembre, es un proyecto bastante ambicioso de rock progresivo cargado de influencias instrumentales de India o Chica. Hemos grabado además un video con el campurriano Edgar Robles. Se llama 'Lonely Soul'. Como complemento sacaremos un EP con tres canciones ambient. Estará disponible dos semanas más tarde. Estamos muy contentos con el resultado.
Finalmente, lanzará otro con sus improvisaciones
Siempre me han gustado mucho estas técnicas, lo que me ha conducido a improvisar en todos o casi todos los conciertos. Por eso, en este albúm he reunido cuatro canciones improvisadas en dichos recitales, y las he combinado con otras nuevas.
¿Cómo lo hace?
Transformando un tema de un compositor del mundo clásico o de otros estilos como el pop, o a través de la creación libre, es decir, cojo un concepto como la melancolía, que en el siglo XIX se entendía como depresión y con este creo una melodía oscura con armonías tristes.
